Revista Libros

"BAJAR ES LO PEOR" de Mariana Enríquez

Publicado el 08 agosto 2022 por Marianleemaslibros

"Entonces vio a Facundo bailando en un rincón oscuro, solo, con un vaso en la mano, ese rostro de increíble blancura, esos ojos brillantes.
Siempre que Narval trataba de imaginarse cómo sería la persona más hermosa de la Tierra, siempre que había tratado de pensar cómo se vería la auténtica belleza, si existiera, se la había imaginado así, con el color de piel de Facundo, su perfil, su boca, su cuerpo; aunque hasta entonces estaba seguro de que, si alguna vez encontraba a alguien así, sería una mujer. Pero el chico que bailaba bajo las luces amarillentas y mortecinas parecía estar más allá de todo sexo".

La escritora argentina, periodista y docente, Mariana Enriquez (Buenos Aires, 1973), fue Premio Herralde en 2019 por “Nuestra parte de noche”, y su colección de 12 relatos de terror cotidiano “Las cosas que perdimos en el fuego”(2016), su mayor éxito de ventas.
Le tenía ganas a la autora, muy conocida y bastante valorada por los lares blogueros sobre todo por sus magníficos cuentos. “Bajar es lo peor” es considerada hoy día una novela de culto, aunque yo eso no lo sabía cuando cayó en mis manos hace unos días en la biblioteca y decidí llevármela para casa.
El prólogo es una maravilla, muy interesante, en él la autora nos cuenta que empezó a escribir la novela muy probablemente con 17 años (no lo recuerda con seguridad), pero sí tiene claro que sintió la necesidad física de contar la historia de unos personajes que llevaba metidos en su cabeza, que le hablaban y le obsesionaban. La terminó con 19 años, aunque no consiguió que se la publicaran hasta 1995 (con 21 años, promocionada como la autora más joven de argentina).
Esta primera novela de Mariana Enríquez ha estado varios años descatalogada y ahora, en 2022, Anagrama la ha rescatado y reeditado, sin correcciones por parte de la autora que prefiere publicarla tal cual, sin maquillaje, por mucho que ella misma reconozca ciertas carencias y errores que su experiencia actual podría llegar a subsanar. Se niega a reescribirla.

“Creo que la novela le pertenece a su época y a mí misma en aquel momento, y yo era una persona muy distinta a la que soy ahora. Sé que hay una frescura y una espontaneidad irrepetibles en esa novela, incluso en sus omisiones y defectos, y que una mano adulta (no sé si madura: soy una persona bastante inmadura, por suerte) solo podrá arruinar”.

Y es que Mariana Enríquez adora su ópera prima, su primera concepción, su primogénita, la considera muy especial.

"Es un poco frustrante que ninguna otra de mis ficciones haya causado este fervor, moderado, acotado, menos que «de culto», pero fervor al fin. Siento que mis otras novelas, mis cuentos, todos tienen envidia de Bajar es lo peor".

Nos cuenta también que se decidió a escribirla para dar rienda suelta a sus obsesiones que siguen siendo las mismas en la actualidad. 

"También recuerdo, perfectamente, por qué la escribí. Los dos protagonistas de la novela, Narval y Facundo, vivían en mi cabeza y tenía que desalojarlos porque no me dejaban lugar. Constantemente pensaba en ellos, eran un concentrado de mis obsesiones adolescentes, que son muy parecidas a mis obsesiones actuales: el vampirismo, el sexo entre hombres, la turbia belleza baudeleriana, la belleza injuriada.


La trama a grandes rasgos sin spoiler
La novela está ambientada en los bajos fondos de Buenos Aires en los años 90 del siglo XX, y está protagonizada por un triángulo de jóvenes que intentan sobrevivir como pueden a las intensas, interminables, oscuras y destructivas noches porteñas, sin poder evitar sucumbir a los excesos de alcohol, el sexo salvaje, y las drogas. Jóvenes que no encajan, que no forman parte de nada, que se sienten como si fueran de otra parte, como si no estuvieran en este mundo, como si fueran meros espectadores de sus propias vidas.
Son Facundo, Narval, dos seres solitarios atormentados por sus fantasmas, miedos y alucinaciones, y Carolina quizás la más normalita del trío, pero que también tiene lo suyo. 
Vivís de noche. Nunca estás solo, pero es de noche lo mismo. 

Atrapados en una vorágine de picos, merca, cocaína, adicciones y prostitución, sin escape posible, en un círculo vicioso de absoluta frialdad e indiferencia hacia todo aquello que puede matar, que puede acabar con sus frágiles vidas. Una vorágine de locura existencial a pleno rendimiento, sórdida locura que agota, que consume, que preludia el final.
Los puntos fuertes de la novela
Buenos personajes principales: Facundo y Narval, protagonizan buenos diálogos, me ha enganchado su historia, sus vidas. Mientras leía, sentía que me encantaría entrar en la casa de Narval, en el apartamento de Facundo, intentar acariciar a Lord Byron, su arisco gato negro, acompañarlos donde La Diabla o a pillarle la droga al Negro y en variadas ocasiones he cerrado los ojos y he imaginado estar con ellos, observándolos mientras fuman, beben, y charlan.
Facundo es alto, delgado, de cabello negro y piel blancuzca, recuerda a un vampiro, tiene una personalidad arrolladora, es tremendamente hermoso e inalcanzable y ejerce un poder inmenso sobre los que lo rodean. Todos quieren tenerle, agradarle, todos quieren poseerle y él lo sabe y se aprovecha de ello. Le gusta que disfruten con él, pero él no parece disfrutar con nadie y se prostituye para salir adelante. Siente terror a dormir solo por las pesadillas que padece. 
¿Alguna vez te preguntaste, Facundo, por qué dormís siempre con alguien? Sabés que no es por coger. Es para no estar solo, se dijo. Porque no era que necesitara abrazar a alguien en la cama. Era que necesitaba a otro para compartir la oscuridad.

Narval es un chico que tiene alucinaciones y paranoias frecuentes, visiones de seres oscuros que lo visitan de vez en cuando, personajes macabros que le persiguen y no le dejan tranquilo. Son “Ellos” y solo él puede verlos.
Era peor que aparecieran los que lo seguían, por ejemplo. Narval los había bautizado Ella y los Otros, para ponerles un nombre. No sabía de dónde habían salido ni por qué estaban detrás de él: una tarde, la ciudad se había vuelto negra, como si de golpe se hubiera hecho de noche, y Ellos habían aparecido entre la gente y lo habían perseguido y le habían mostrado cosas horrendas. Ellos tres: una mujer espantosa, un hombre sin ojos y otro con arañas recorriéndole el cuerpo.

Enamorado hasta las trancas de Facundo, ambos se drogan juntos, juntos suben hasta lo más alto, e inevitablemente juntos bajan, caen, cuando las drogas pierden el efecto del subidón. Y bajar es lo peor. . .
Hay más personajes secundarios, alguno de ellos pienso que bastante desaprovechados, como Carolina y su hermano Mauri, se les podría haber sacado más partido. También a Armendáriz, el viejo con el que se prostituye Facun y que también anda colgado de él, de su belleza, de su forma de ser, que le paga el piso y no duda en gastarse una verdadera fortuna para tenerle a su lado.
● Los temas que se exploran son interesantes: la homosexualidad entre hombres, los estragos a corto y a largo plazo de las drogas en la mente, en la salud mental, el mundo de las drogas, de la prostitución, mezclando sexo y erotismo con naturalidad, el amor enfermizo no correspondido, las pasiones desmedidas. Todo muy sucio, “realismo sucio” a tutiplén.
La prosa de Mariana Enríquez en “Bajar es lo peor” se percibe algo inmadura, así como algunos aspectos de la trama, normal si tenemos en cuenta la edad a la que comenzó a escribirla. Pero se vislumbra también ya su innegable carisma.
Me ha pasado algo curioso con esta novela: mientras leía, sentía que estaba enganchada, pero que no me emocionaba, ni me estaba fascinando. Incluso me pareció en ocasiones bastante repetitiva, como que le sobraban algunas páginas. Pero después de terminarla, y de darle vueltas y más vueltas durante días, me convenzo de que me ha gustado bastante más de lo que creía, porque sigo con Facun y Narval en la cabeza, no me los puedo sacar de ahí, pienso en ellos, casi me obsesionan.
Y la conclusión final a la que llego es que considero esta obra como una especie de premonición-augurio del futuro de Mariana Enríquez, como un proceso de entendimiento de lo que estaba por llegar y que llegó. Una especie de primer contacto que me resulta interesante como exploración de la evolución de su trayectoria, un experimento para comparar lecturas posteriores. Porque como un amigo suyo le dijo poco antes de esta reedición, "«Ahora escribís mucho mejor, pero Bajar es lo peor tenía una fuerza…». Es un elogio extraño, ambiguo, pero a lo mejor es un elogio justo".Resumiendo: “Bajar es lo peor” es una novela con fantasía, noche y drogas, a veces cruda, a veces con ciertos toques de romanticismo y cierto tono gótico. Una historia y una prosa todavía algo verde, con algunos altibajos pero con un interés y calidad suficiente para haber conseguido arrastrarme a los confines de esa oscuridad que rodea a los tres protagonistas, que rodea todo el libro. 
Morir no es dormir, nena; es no ser. Y eso es algo demasiado enorme como para que te lo puedas imaginar. Hay otros mundos, pero están en éste.

Lectura conjunta con mi amiga Irene para nuestro particular "Club de lectura Irema", que me deja con la sensación de que Mariana Enríquez es una autora muy especial, quizás no apta para todos los públicos y con la necesidad de compararla con sus obras posteriores, para comprobar esa evolución que presiento asegurada en su faceta de escritora. Esta vez mi nota no es la máxima, para variar (dicho sea sin tono irónico), pero no porque no me haya gustado, espero haber sabido explicarlo y dejarlo claro:

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