Hay poli melómano amante de Mahler, hay psicóloga suiza, hay psicópata culto y refinado que recuerda bastante a Annibal Lecter. Hay cuerda para rato y no les voy a contar más por si la leen.
Está en las antípodas de las novelas de Antonio Manzini, que se leen de una sentada, pero me ha gustado.
