Revista Cultura y Ocio
En la aldea de Tschechin viven y conviven algunos personajes singulares: el guardia Geelhaar, aficionado a la bebida y a las mujeres; el tabernero Hradscheck, jugador y endeudado; Ursel, la esposa de éste; la vieja Jeschke, nimbada por una inquietante fama de bruja; el corregir Woytasch, que tampoco desdeña la amistad con el alcohol; el labrador Kunicke; o el reverendo Eccelius. Un cerrado mundo campesino, lleno de supersticiones, odios ancestrales, envidias enquistadas y borracheras frecuentes.Un día, llega a la localidad un polaco que viene a cobrar una deuda de su empresa. Para su estupor, se le abona la misma; y esa misma madrugada decide emprender el camino de retorno a Cracovia, en medio de una espantosa tormenta. Horas más tarde, se descubren los restos del carruaje en el río Oder, pero nadie es capaz de encontrar su cuerpo. Sospechosamente, nadie recuerda haberle visto la cara o escuchado su voz cuando se subía al vehículo. ¿Alguien lo suplantó? ¿Alguien lo había asesinado antes para quedarse con el abundante dinero que portaba? ¿Y tendrá ese presunto crimen algo que ver con el cadáver que ha aparecido bajo un peral del pueblo?Con habilidad narrativa, Theodor Fontane nos mantiene en vilo durante todo el transcurso de esta novela sinuosa, inquietante y peculiar, que Xavier Parramón traduce para el sello Siete Noches Ediciones y que, pese a algunos estrepitosos disparates ortográficos y gramaticales, se lee con auténtico interés.