Revista Cine

Bajo misma estrella. Casi, casi logran atraparme.

Por Cinéfilo Criticón @cinefilocritic

Personalmente tengo un detalle con las películas románticas (ya sea comedias o dramas, especialmente estos últimos), y es que la gran mayoría de estas solo buscan el éxito comercial en vez de contar una historia digna. Es cierto hay un par que me gustan (“Diarios de una pasión” y “Serendipity: Señales de amor”), pero la gran mayoría simplemente se conforman con ser un hit en la taquilla, sin importar la calidad que toda película debería tener.

Además, está el detalle de cuando estas películas deciden hacer que una pareja tenga alguna enfermedad grave (normalmente incurable), ya que manipula las emociones del público a tal grado que, cuando llega el inevitable (y predecible) final, las lágrimas corren a mas no poder, provocando que quede aclamada como una de las mejores películas (aun y cuando tenga seguramente varios defectos).

Bajo misma estrella

Bajo esas circunstancias, nos llega una nueva adaptación juvenil (ya saben, Hollywood cree que aún no tenemos suficiente de estos materiales) llamada “Bajo la misma estrella”, con la participación de actores como Shailene Woodley y Ansel Elgort, y la dirección de Josh Boone, además de que el libreto estaría a cargo de Scott Neustadter y Michael H. Weber, quienes hicieron esa joyita para muchos (no malinterpreten, aun no la veo) llamada “500 días con ella”.

La historia habla de Hazel, interpretada por Shailene, una chica que sufre de cáncer y solo está a la espera de esta ponga fin a su vida, pero sus padres, con tal de animarla, la obligan a entrar a un grupo motivacional; es ahí donde conoce a Gus, interpretado por Ansel, un chico que la ayuda a cambiar la forma de ver su vida, para que la disfrute al máximo posible, mientras dure.

Hazel Grace Sonriendo

Como podrán ver, no estamos hablando del argumento más original de todos, lo del cáncer como enfermedad en esta clase de películas ya ha sido tratado anteriormente; pero he de admitir que, pese a eso, logra mantenerme interesado en ella. Trato de adivinar que puso haber sido, y apuesto a dos puntos principales. El primero son los personajes de Hazel y Gus, tanto Shailene como Ansel logran unas buenas actuaciones y una muy buena química, haciéndome olvidar que hace un par de meses eran hermanos en otra saga adolescente (“Divergente”); además, logran darles una muy buena personalidad a los personajes, que actúan como lo que son: adolescentes; podrán madurar más rápido por la enfermedad, pero son adolescentes y se comportan como tales cuando deben.

El otro aspecto positivo en la entrega es el ritmo: en sus primeros tres cuartos, la película se siente fluida y bien llevada, y no te aburres; los escritores le pusieron un buen ritmo.

Hazel Grace

Pero por desgracia, no todo está del todo bien tratado en esta película, ya que donde empieza a fallar es en el último cuarto de esta entrega; a lo mejor me falta leer el libro, pero siento que extendieron de más el final; pareciera que estaban llevando todo de buen modo y, súbitamente, ya no supieron como terminar con el mismo ritmo con el que empezaron.

El otro aspecto vienen siendo algunas de las actuaciones secundarias: siento que algunos están de más (Nat Wolff) o que, teniendo también una historia interesante a como pintan sus respectivos personajes, se sienten desaprovechados (Willem Dafoe).

Sugeriría ver la película para aquellos que puedan tener cierta paciencia, pero les advierto que, si no son del gusto de las románticas, van bajo su advertencia.

 


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