La fase lútea y premenstrual del ciclo menstrual son conocidas por ser un periodo donde muchas mujeres experimentan una variedad de síntomas emocionales y físicos, coloquialmente referido como el “bajón emocional por la regla”. Este fenómeno puede variar en intensidad, afectando significativamente la calidad de vida. A través de este artículo, exploramos las causas hormonales de este bajón emocional, el síndrome premenstrual (SPM) y el trastorno disfórico premenstrual (TDPM), así como estrategias efectivas para mitigar su impacto.
Fase lútea y premenstrual: un vistazo a las hormonas
La fase lútea comienza después de la ovulación y termina justo antes de la regla. Durante esta fase, el cuerpo se prepara para un posible embarazo, y los niveles de estrógeno y progesterona aumentan. Si no ocurre la fecundación, estos niveles hormonales caen drásticamente, lo que puede desencadenar el bajón emocional asociado con la fase premenstrual.
Los cambios abruptos en los niveles hormonales pueden influir en los neurotransmisores cerebrales como la serotonina, que juega un papel crucial en el estado de ánimo. Esta fluctuación es responsable de los síntomas emocionales experimentados durante el SPM y el TDPM, que incluyen tristeza, ansiedad, irritabilidad y cambios de humor.
Síndrome premenstrual y trastorno disfórico premenstrual
El SPM afecta a una significativa mayoría de mujeres en edad reproductiva, con síntomas que varían desde leves hasta graves. Sin embargo, cuando estos síntomas son extremadamente severos y afectan el funcionamiento diario, se puede diagnosticar TDPM, una condición más rara pero considerablemente incapacitante.
El TDPM se caracteriza por síntomas emocionales graves, como depresión profunda, ansiedad intensa, y cambios de humor extremos, que ocurren durante la fase lútea y mejoran con el inicio de la menstruación. Se estima que el TDPM afecta entre el 3% y el 8% de las mujeres en edad reproductiva.
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1. Durante la fase lútea, ¿te encuentras experimentando emociones intensas como irritabilidad, tristeza, ansiedad o cambios de humor repentinos? ¿Sientes que estás en una montaña rusa emocional sin una razón aparente? Mucho Nada 2. ¿Experimentas síntomas físicos notables, como dolores de cabeza, dolores musculares, hinchazón o cambios en el apetito durante la fase lútea de tu ciclo menstrual? Mucho Nada 3. ¿Notas que tus relaciones personales, ya sean amistades o románticas, se ven afectadas negativamente durante la segunda mitad del mes, sintiéndote más distante o irritada sin razón aparente? Mucho Nada 4. ¿Notas una disminución en tu capacidad para concentrarte en el trabajo o los estudios durante ciertos períodos? ¿Te cuesta manejar el estrés durante la fase lútea? Mucho Nada 5. ¿Encuentras dificultades para concentrarte en tus actividades diarias durante ciertos períodos del mes? La falta de concentración y la neblina mental pueden ser signos de este trastorno. Mucho Nada 6. ¿Has notado alteraciones en tu patrón de sueño? Observa si experimentas insomnio, dificultades para conciliar el sueño o si duermes excesivamente durante los días previos a tu menstruación. Mucho Nada 7. ¿Tienes antojos intensos, especialmente de alimentos ricos en azúcar, sal o grasas, durante los días premenstruales? Controlar los cambios en tus hábitos alimenticios puede ofrecer pistas sobre la naturaleza de tus síntomas. Mucho Nada¡Test completado!
Si has puntuado un total de más de 20 puntos, deberías de consultar con un personal de la salud estos síntomas.
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Estrategias para aminorar el impacto emocional
- Reconocimiento y aceptación: El primer paso para manejar el bajón emocional es reconocer y aceptar los cambios que tu cuerpo y tu mente están experimentando. Entender que estos síntomas son temporales y resultan de cambios hormonales puede ayudar a enfrentarlos con una perspectiva más amable y paciente.
- Manejo de las hormonas a través de la dieta: La nutrición juega un papel crucial en la regulación hormonal. Consumir una dieta rica en frutas, verduras, y granos enteros, y baja en sal, azúcar y cafeína, puede ayudar a estabilizar los niveles hormonales y aliviar algunos síntomas del SPM y TDPM.
- Ejercicio regular: La actividad física regular es beneficiosa para mejorar el estado de ánimo y reducir la ansiedad. Ejercicios como el yoga y el tai chi también pueden ser particularmente útiles para manejar el estrés y la tensión emocional.
- Técnicas de relajación y mindfulness: Prácticas como la meditación, la atención plena (mindfulness) y la respiración profunda pueden ser herramientas poderosas para gestionar el estrés y los cambios de humor asociados con la fase lútea y premenstrual.
- Apoyo terapéutico: Para aquellas que experimentan síntomas severos, buscar el apoyo de un profesional de la salud mental puede ser clave. La terapia cognitivo-conductual (TCC), en particular, ha demostrado ser efectiva en el manejo de los síntomas del TDPM.
- Medicación: En casos de TDPM severo, un profesional de la salud puede recomendar tratamientos como antidepresivos o anticonceptivos hormonales para ayudar a regular los cambios hormonales y mitigar los síntomas.
El “bajón emocional por la regla” es una experiencia compartida por muchas mujeres, pero varía ampliamente en su intensidad y impacto.
Por aquí os dejo el primer testimonio del canal donde la maravillosa Ruth compartía con 20porciento su historia desde que le fue diagnosticado el trastorno disfórico premenstrual:
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