Para Yeste Lima, un soborno palangana
El “Gitano Flores” dio un paso atrás. Algo insólito para su compañero el ”Chato Carmona”. En los muchos años que hacía que formaban pareja nunca lo había visto dar un paso atrás. Le habían roto la cara y otras muchas partes de su cuerpo pero siempre sin retroceder, aguantando estoicamente. De todas formas, lo normal en un enfrentamiento con el “Gitano Flores” es que el contrincante quede listo de papeles. Tampoco servía como justificación de ese paso atrás el que el objetivo fuera una mujer. El “Chato Carmona” le había visto pasaportar a mejor vida a mas de una chorba, para estas cosas el “Gitano Flores” no tenía tintes machistas; despachaba igual a un Pepe que a una María. Pero el paso atrás había sido claro. No quedaba lugar para la duda, el “Gitano Flores” dio un paso atrás cuando la mujer lo miró de frente y sin ningún miedo en su rostro. Le dijo al “Chato Carmona”: – Vámonos, que manden a otros para hacer el trabajo. Y este le contestó: – ¿pero que te pasa? Nos vamos a meter en un lío. El jefe no va a permitir que nos neguemos a hacer el trabajo – La cara de asombro del “Chato Carmona” era para un retrato. – Yo daré la cara con el jefe y asumiré toda la responsabilidad – Gruñó el “Gitano Flores” a su compañero. Y con la misma, dieron media vuelta y se alejaron de la mujer.
Ya en el coche el “Chato Carmona” le preguntó a su compañero: – ¿Qué ha pasado? ¿Conoces de algo a la putita? ¿Es familia tuya o qué coño te dio?
El “Gitano Flores” miró a su compinche con cara de pocos amigos y ni se dignó responderle.
Cuando llegaron al bar donde les esperaba “Julio el Dandy”, éste les preguntó: – ¿Qué, ya está terminado el trabajo? Por lo visto fue más fácil de lo esperado ¿no? ¿Le dejasteis la marca para que todo el mundo sepa que conmigo no se juega?
Los dos compinches se miraron y con el hombro el “Chato Carmona” empujaba suavemente al “Gitano Flores” para que éste se adelantara y diera las explicaciones. Efectivamente, se adelantó un paso y le dijo: – Lo siento jefe pero no hemos podido hacerlo, mande a otros.
Pero ¿qué dices Gitano de mierda? ¿Cómo te atreves a decirme lo que tengo que hacer? ¿Qué mierda es esa de; No hemos podido? Chato ¿qué cojones pasa aquí?
- Jefe el “Chato” no ha tenido nada que ver, yo le dije que nos volviéramos y el me advirtió de las consecuencias y se opuso pero yo no le dejé y le obligué a volver al coche.- Disculpó el “Gitano” a su compañero.
- Pero bueno, explícame de una puñetera vez que ha pasado, ¿por qué no has cumplido mi encargo? – Exigió “Julio el Dandy”.
- Lo siento jefe, pero vi que llevaba en la solapa una insignia del Sevilla y yo no soy nadie para dar de baja del censo a una SEVILLISTA.