El origen de este postre es muy discutido, ya que mucha gente piensa que es turco, aunque también se cree que es griego e incluso se habla de que pueda ser marroquí. Este postre suele hacerse con nueces y pistachos, pero en esta ocasión tomé una receta del blog directoalpaladar.com, dónde nos contaban como hacer este mítico dulce con chocolate negro... y que queréis que os diga, fue verlo y ¡¡no me pude resistir a probarlo!! El resultado de la receta son unos pequeños paquetitos de pasta filo muy muy dulces y que son magníficos para acompañar con un buen té negro o ahora, con el calor, con una gran bola de helado de vainilla.
Os dejo con la receta:
Ingredientes: (Para unas 24 pastelitos).
- 12 hojas de pasta o masa filo/philo.
- 80gr de nueces peladas.
- 80gr de avellanas peladas.
- 100gr de chocolate.
- Ralladura de la piel de una naranja.
- 1 cucharadita de café de canela.
- 1/2 cucharadita de café de cardamomo molido.
- 100gr de mantequilla.
- 110gr de azúcar blanca.
- 55gr de agua.
- 2 chucharadas soperas de miel.
- El zumo de media naranja.
Elaboración:
- Antes de comenzar con nuestros pastelitos, vamos a precalentar el horno a 180ºC con calor arriba y abajo.
- A continuación, troceamos los frutos secos y el chocolate en trocitos pequeños, sin llegar a hacerlos harina, y los mezclamos bien.
- Añadimos a la mezcla las especias y la ralladura de naranja y volvemos a mezclar.
- En un bol pequeño, derretimos la mantequilla y la dejamos templar.
- Seguidamente, preparamos una mesa de trabajo amplia donde colocar las hojas de pasta filo. Colocando un papel de horno para evitar que se pegue a la superficie.
- Colocamos la primera hoja de pasta filo y con un pincel, untamos toda la superficie con la mantequilla derretida.
- A continuación colocamos otra hoja encima de la anterior y volvemos a untarla con mantequilla.
- Repetimos este proceso hasta juntar cuatro hojas de pasta filo.
- Tras esto, repartimos en un borde de las hojas un tercio de la mezcla de productos secos que teníamos picados, el chocolate, los frutos secos y las especias.
- Enrollamos las hojas sobre sí mismas hasta formar un cilindro, teniendo cuidado en que no se salga demasiado el relleno.
- Cortamos este cilindro en 8 trozos iguales y repetiremos este proceso con el resto de las hojas y el relleno.
- Colocamos nuestro 24 pastelitos en una bandeja de horno con un papel vegetal, para evitar que se peguen durante el horneado, y untamos con el pincel los pastelitos por encima con mantequilla. Los metemos en el horno durante 20/25 minutos, o hasta que estén dorados.
- Diez minutos antes de que se agote el tiempo del horneado, preparamos el almíbar con el que luego los bañaremos. Ponemos en una olla a fuego fuerte el azúcar, el agua, la miel y el zumo de naranja.
- Una vez hierva, bajamos el fuego y lo dejamos cocer a fuego medio hasta que se terminen de hornear los pastelitos.
- Una vez acabe el tiempo de horneado, sacamos la bandeja del horno e inmediatamente rociamos los baklavas con todo el almíbar.
- Tras dejarlos reposar y enfriar completamente, están listos para degustar.
La verdad es que es un postre muy peculiar y para gente bastante golosa, pero son un bocado que no dejará a nadie indiferente... además mientras los preparas el olor en la cocina es ¡¡espectacular!!
Si las probáis, no dudéis en compartirlo en nuestras redes sociales, nos encanta ver vuestros trabajos.
Y con esta exótica receta nos despedimos por hoy, pasad una buena semana y nos vemos muy pronto nuevamente en Factorela.