Azerbaiyán acoge actualmente alrededor de 6.000 atletas de 50 países en los primeros Juegos Europeos, un nuevo evento deportivo inspirado en los Juegos Olímpicos. La competición se inició en Bakú el 12 de junio y continuará hasta el 28 de este mes en medio de las críticas que van desde el desembolso económico a las violaciones de los derechos humanos por parte de la administración de Azerbaiyán.
Bakú es la sede de los primeros Juegos Europeos de la historia. La idea de los Juegos Europeos Bakú 2015 terminó de fructificar en diciembre de 2012: la ciudad azerbaiyana, que no había pasado el primer corte ni para ser candidatura olímpica en 2016 y 2020, decidió mirar un peldaño más abajo y acometer la celebración de unos Juegos continentales. Restaba Europa como territorio que tuviera sus propios Juegos, pues en otras partes del planeta encontramos muchos ejemplos, como los Juegos de la Commonwealth, los Juegos Asiáticos o los Panamericanos. Y ahí apareció Bakú.
6.000 atletas provenientes de 50 países, para un total de 20 deportes. A las clásicas del olimpismo como son atletismo (sin maratón), natación, boxeo, ciclismo, judo o esgrima, no les acompañan el tenis, el balonmano, el fútbol y el baloncesto, las principales ausentes. Si bien estas dos últimas tienen en el fútbol playa y en el baloncesto 3×3 una forma exótica de estar presentes en Azerbaiyán.
Y es que los Juegos Europeos Bakú 2015, que según la organización cuenta con algunas de las mejores instalaciones del mundo (entre las que se encuentra el estadio nacional, que ha costado 500 millones de euros y tiene cabida para casi 70.000 espectadores), pretenden ser el primer paso de muchas cosas, aunque no está claro que dentro de un calendario deportivo tan cargado, una cita de estas características consiga arraigarse. De hecho, Holanda, que había sido designada sede de la segunda edición de los Juegos Europeos, ha renunciado a organizar esa cita en 2019.
Se trata de un proyecto que se ha completado en menos de tres años, que podría rondar los 8.000 millones de euros. Ese dinero solo corresponde al gasto para organizar los Juegos. No incluye construc
ción de sedes e infraestructuras. The Guardian calcula el gasto total en casi 9.000 millones de euros, una cifra negada por el Gobierno. Además del estadio olímpico, Bakú ha construido cuatro sedes más exclusivamente para estos Juegos. El National Gymansticas Arena, el BMX Velopark, el Centro Acuático de Bakú y el centro de tiro.Bakú en su aspiración para abrirse al mundo, y en especial a Europa, como un país moderno, con un potencial económico que emana de sus reservas de petróleo y sobre todo del gas que dormita en su subsuelo, se lanzó a por este experimento de los Comités Olímpicos Europeos. Es el evento más importante desde que la ciudad acogió Eurovisión en 2012.
Muchos ven en esta decisión una oportunidad para vender una imagen amable de un país al que se le acusa de falta de libertad de prensa y represión política. Azerbaiyán está gobernado por Ihan Aliyev desde 2003, el día que asumió el poder tras la muerte de su padre Heydar, presidente desde 1993. Su foto, de hecho, se encuentra en cada rincón de la capital, en calles, museos y monumentos. La OSCE, la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa, denunció irregularidades en las últimas elecciones y Amnistía Internacional también ha criticado al gobierno azerí por encarcelar a opositores.