Balance mensual nº 3. Marzo de 2018

Con marzo ya pasado, llega la hora de escribir el Balance mensual nº 3 que se presenta un poquito más optimista que los dos anteriores, al menos en lo que a la cuestión anímica se refiere.

El mes no ha sido muy prolífico en escritura, pero sí en otras tareas que harán que lo que queda del año sea mucho más productivo en ese sentido. Te lo cuento ahí abajo, ¿me acompañas?

¿Te acuerdas de lo que te contaba hace algunas semanas en El escritor angustiado? Entonces te hablaba de que escribir no es la única tarea a la que se debe un escritor, pero también de lo mucho que me afectaba ver cómo pasan los días sin que haya generado ni una sola palabra de una nueva historia.

El hecho de que haya temporadas en las que un escritor debe dedicarse a ese otro trabajo no tan florido es algo que racionalmente entiendo, pero que emocionalmente me machaca.

Enero y febrero fueron dos meses dedicados a un trabajo que no da frutos inmediatos, y marzo se ha deslizado más o menos por el mismo cauce pero con las semillas ya brotando, y eso ha sido suficiente para darle un poco de vida mi maltrecho ánimo y conseguir que me presente en este Balance mensual nº 3 mucho más optimista que en los anteriores.

Ha sido un mes con el que estoy bastante contenta. No he escrito nada, pero forma parte de un trimestre (del te hablaré ahora mismo) que ha consistido en un trabajo feo, del que se suda, pero no se ve y cuyos frutos han de fiarse al futuro.

La diferencia anímica de cómo contemplo hoy ese trabajo feo y cómo lo veía en enero y marzo es que, aunque el número de palabras escritas es igual a cero, las semillas han comenzado a dar brotes, pequeños aún, pero ya visibles. Y eso anima mucho. Igual que saber que el esfuerzo de estos 3 primeros meses cubre gran parte de las publicaciones que haré este año.

A saber:

Vayamos poniendo los pies en la tierra en lo que al Balance mensual nº 3 se refiere:

• Lo que en febrero eran simples apuntes y decenas de preguntas para las que tenía que buscar respuesta, en marzo se ha convertido en la planificación completa de la señora Starling 4, Asesinato en la universidad (título provisional, of course), y que espero poder empezar a escribir en verano.
• He realizado la segunda corrección de "Quadrivium", que está a expensas de una tercera que espero acabar esta semana, de manera que pueda publicar la novela a lo largo de abril o, como mucho, a principios de mayo.
• Y he planificado la biografía novelada que me ha encargado escribir la editorial Sekotia para la segunda temporada de Mi expediente favorito. De hecho, y como esta entrada la escribo el dos de abril, puedo contarte que ya la he empezado y que me siento feliz al ponerme de nuevo ante el teclado del ordenador para hacer lo que más me gusta: escribir.

Quizá era esto lo que echaba en falta y de ahí mi bajón anímico a cuenta de tanto trabajo sucio sin ningún resultado tangible. Por si acaso, dejo recogida la idea en este Balance mensual nº 3 para poder volver a ella cuando me ataque de nuevo la desesperación de creer que no avanzo.

Respecto a la biografía novelada que estoy escribiendo ahora, te contaré más sobre este proyecto en futuras entradas, pero ya puedo decirte que sabrás sobre él también en Vidas asesinas

un programa de radio que voy a dirigir y conducir junto a Nacho Barroso-Benavente, y cuya organización y preparación también ha ocupado parte del trimestre.

El primer trimestre del año apenas ha producido un trabajo tangible (en el momento en el que hablo), pero sí un trabajo de zapa que va a dar sus frutos en meses venideros:

• Acabé la señora Starling 3 y la envié a mis lectores cero, cuyos comentarios ya me están llegando. Es verdad que tenía prevista su publicación precisamente para este mes de marzo y que la he aplazado hasta septiembre. Algo que responde no sólo a necesidades de revisión, sino a un cambio de estrategia porque...
• Porque la segunda entrega de Carter & West, "Quadrivium" está casi lista para salir al mundo, algo que me ha permitido posponer la publicación de la señora Starling, a la que podré darle unas cuantas vueltas más.

Otro dato importante a recoger en este Balance mensual nº 3: éste es un ejemplo perfecto de lo muy valioso que es ese trabajo de zapa que no da resultados inmediatos: tener "Quadrivium" escrito desde hace tiempo y haber ido trabajándolo con el corrector me ofrece ahora la oportunidad de poder sacar un libro, más o menos en las fechas que tenía previstas, aunque no sea el que había pensado en principio. También es un ejemplo perfecto de lo muy importante que es ser un escritor organizado: si planificas bien, no importan los imprevistos del camino, siempre podrás hacer ajustes que te permitan continuar por la senda marcada, aquélla que ha de llevarte a conseguir tus metas como escritor.

Luego, además, acabé la planificación de la biografía novelada de la que te he hablado un poco más arriba y, ahora sí, la producción de palabras diarias ha comenzado a cobrar vida J

A nivel de producción, no, obviamente. Llevo todo este tiempo hablándote de ello y de cómo me ha afectado al ánimo.

A nivel de trabajo de zapa, sí. Lo que estos primeros 90 días del año han dado de sí facilitarán mucho la escritura de los próximos meses, que probablemente van a ser muuuuyyyy productivos.

Espero que en el próximo balance mensual pueda contarte ya que tengo nuevo libro publicado... o que estoy a puntito de hacerlo 🙂

Y ahora vamos al informe de ventas.

Las ventas siguen bajando, pero no se desploman (creo). Si en febrero bajaron con respecto a enero, pero estaba contenta, en marzo también lo estoy, pese a la bajada. No es que me haga feliz vender menos libros, pero es que ahora mismo estoy en las cifras que pensé que estaría en enero, lo cual habla bastante bien de los dos primeros meses del año.

Con respecto a febrero:

• Carter & West nº 1: baja un 35,7%.
• Un cadáver muy frío (Sra. Starling 1): vende 25,5% menos.
• Muerte en los Hamptons (Sra. Starling 2): baja un 19%.
• Total de ventas: un 33% menos.
• Total de ingresos: un 26,7% menos.

Desde luego se produce una bajada mayor en marzo con respecto a febrero que la que hubo en febrero con respecto a enero, excepto en Muerte en los Hamptons. La mayor caída se produce en Un cadáver muy frío. ¿Significa eso que la novela va perdiendo fuelle? No lo sé. Aún no puedo (o no sé) hacer deducciones al respecto. En cualquier caso, es algo previsible. Lo importante es que no baje mucho más y se mantenga en unos números de venta aceptables.

Lo que sí continúa sucediendo es que el número de ventas entre Un cadáver muy frío (nº 1 de la Sra. Starling) y Muerte en los Hamptons (nº 2) se siguen muy de cerca: casi todos los lectores que compran la primera novela de la señora Starling compran también la segunda.

Y otra buena noticia es que el nº 1 de Carter & West sigue cosechando ventas de lectores que han leído las aventuras de Anne Starling. Tengo curiosidad por saber el efecto que Quadrivium, el segundo de Carter & West, va a causar en las ventas. Hace ya tres años que saqué el primer número y eso me asusta un poco. Lo veremos en cuanto lo publique.

Estoy contenta con el trabajo de zapa realizado durante el mes de marzo y también con el del trimestre, en líneas generales, si se observa desde el punto de vista de lo mucho que me va a facilitar el camino en lo que resta de año. Pese a mis angustias (que os habéis leído con paciencia), ahora comienzo a ver los pequeños (diminutos aún) brotes que he ido sembrando.

En plena escritura ya de la biografía novelada que me han encargado, espero que abril sea un mes provechoso y productivo en cuanto (ahora sí) a la generación de nuevo texto.

Te lo cuento el mes que viene, pero si mientras tanto quieres estar informado de mis publicaciones, puedes apuntarte a mi lista de avisos aquí:

Hasta entonces 🙂

Fotografía de entrada: Erik-Jan Leusink, Unsplash.

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