Revista Cultura y Ocio

Balance mensual nº 6 – junio de 2018

Publicado el 03 julio 2018 por Ana Bolox @ana_bolox

Si el mes pasado te contaba que iba a ser más diligente con el estudio del mes, hoy, con este Balance mensual nº 6, lo que me apetece es brevedad. Tengo el día soporífero y es que no puedo con mi propio aburrimiento.
Balance mensual nº 6 – junio de 2018
Aunque no debería, porque el balance de hoy no sólo cierra trimestre, y por tanto toca informe de ventas (ya te contéaquí que, siguiendo el ejemplo de Miguel Ángel Alonso Pulido, iba a hacerlo trimestral, sino porque también se cierra semestre y debería hacer un análisis pormenorizado de lo que han sido estos seis primeros meses del año.

Veremos hasta dónde me da el ánimo. ¿Me acompañas?

Sí, empiezo el balance de este mes tal y como lo hice el mes pasado: sigo arrastrando una pereza mental a la que no soy capaz de dar boleto (¡y mira que se me da bien esto de asesinar, eh!).

Me da hasta vergüenza decirte el número de palabras que he escrito en junio..., pero tengo que hacerlo... 6.638, en eso se ha quedado mi trabajo del mes. Lo pongo en rojo para ver si se me contagia el color, me ruborizo y eso me pone las pilas, porque de seguir así... lo llevo clarinete.

Que he acabado la revisión de la biografía novelada que me encargó la editorial Sekotia para la segunda temporada de Mi Expediente Favorito y que he empezado una novelette que puede dar juego y con la que quizá disfrute y me enganche de nuevo a la escritura.

Pertenezco a dos grupos de escritores distintos. Nos enviamos nuestras historias y nos aconsejamos los unos a los otros. Debería haber enviado la segunda entrega de esta novelette el domingo, pero todavía no lo he hecho (ni creo que lo haga). Me da vergüenza asomar la cara por el grupo.

Y no será porque no tenga más o menos clara la idea... El problema es que me había enrollado bastante en la primera entrega. Ya lo intuía yo y mis compis me lo hicieron notar: no se puede empezar una historia con tanto rollo, aunque haya puntos divertidos en él. Y eso me bloqueó, porque la pregunta obligada entonces era: "¿Y cómo empiezo?".

Le he estado dando vueltas al asunto durante días y no encontraba respuesta. La semana pasada, cerré el ordenador, cogí lápiz y papel (los dos instrumentos que me resultan más útiles para romper el bloqueo) y conseguí hacerme una idea bastante aproximada de la historia. De principio a fin.

¿Problema? Ése del que te hablaba un poco más arriba: la pereza mental. Estoy insoportable en ese sentido.

Me encuentro en pleno ataque de esta enfermedad. Ya nos hemos enfrentado varias veces y sé cómo vencerla: respiro hondo, me tapo la nariz y me pongo a trabajar. Al cabo de quince o veinte minutos le he ganado el pulso y estoy en pleno vuelo. Pero esta vez me está costando mucho lo de sentarme a escribir, y así no hay forma de que pase ese cuarto de hora crítico.

Un ejemplo clarísimo de que el sistema funciona lo tenemos en este balance nº 6: ¿no era yo la que un poco más arriba te decía que iba a ser muy breve porque hoy no soportaba mi propio aburrimiento? Pues mira..., ya llevo casi 600 palabras escritas y sólo he empezado a desmenuzar el mes...

Junio ha sido un desastre total. No, ha sido un DESASTRE TOTAL. Y esta vez no puedo culpar al calor, el sopor, el no poder con una misma..., porque estamos teniendo un principio de verano que firmaría para el resto de mi vida.

Esta vez la culpa (como casi siempre) es mía y sólo mía.

Ana, eres culpable.

Eres vaga.

Eres inconstante.

¡Condenada!

No me siento nada contenta con cómo estoy funcionando este año. Según mis cálculos, debería llevar 150.000 nuevas palabras escritas y me he quedado en la mitad: 79.582.

De ellas, más de un tercio, encima, no valen para nada. Corresponden a la parte que reescribí de la señora Starling 3 y que no voy a poder utilizar porque he replanificado la novela por completo y tengo que empezar a escribirla desde cero.

Creo que la responsable de esta pereza mental, la Resistencia y la bajísima productividad de este semestre es precisamente a la tercera novela de la señora Starling. Me ha bloqueado por completo. Me cuesta mucho generar ideas, no tanto con respecto a la historia policíaca, que ya tengo resuelta, sino a la relación Starling-Crawford. Si durante tres o cuatro días fuera capaz de romper con esta atonía a la que estoy anclada, bastaría para darme alas. Pero de momento no he sabido hacerlo.

Creo que me está pasando con la Starling 3 lo mismo que en su momento me pasó con Quadrivium. Se lo contaba el otro día a Alejandro Moreno Sánchez aquí. Cuando terminé Quadrivium, me daba tanto miedo publicarla que me inventé a la señora Starling para dar largas al asunto. Ahora, después de escribir Starling 3 y reescribir gran parte de la novela, siento pánico ante el reto de volver a ponerme con ella y creo que, aprovechando la coyuntura, la dichosa Resistencia se está cebando conmigo.

Algo bueno tiene el asunto: para evitar enfrentarme a la Starling, ha nacido Crispin Horsfall, esa novelette de la que te hablaba un poco más arriba. Ahora hace falta ver si soy capaz de insuflarle vida o arrastro al pobre Crispin en la caída.

El caso es que, y para cerrar este balance mensual nº 6, no estoy nada contenta con los primeros seis meses del año.

¿Y en cuanto a las ventas..., estoy contenta?

Pues sí, podrían ir mejor (por pedir que no quede), pero mal no van. Vamos a por ese informe de ventas trimestral.

Las ventas del segundo trimestre caen un poquito con respecto al primero, pero muy, muy poco, en concreto un 3,7%.

No obstante, aunque el porcentaje de caída no es llamativo (sobre todo después de aquel gran enero en ventas que tuve), sí hay que tener en cuenta que en este segundo trimestre he publicado libro nuevo, Quadrivium y que eso debería tirar de ellas hacia arriba.

Con respecto a la señora Starling

No lo ha hecho (tirar hacia arriba), pero sí creo que las ha revitalizado. La señora Starling va perdiendo fuelle poco a poco (algo normal), pero se mantiene en una honrosa posición de venta (siempre hablando con respecto a mis números, claro, si los comparo con los de Pérez Reverte tendría que buscar un hoyo profundo y esconderme cuanto antes).

Me gusta que la Starling siga vendiendo por sí misma y sobre todo me gusta que se mantenga en unos números que, pese a la caída, no son catastróficos:

Las ventas de Un cadáver muy frío en el 2º trimestre han caído un 24% con respecto al primero.

Y las ventas de Muerte en los Hamptons, un 28%.

Puede que, más adelante, un descenso como éste me haga temblar como un flan, pero hoy por hoy me parecen caídas aceptables. La realidad es la que es: no soy una escritora conocida, estoy abriéndome camino poco a poco, lentamente y con mucho esfuerzo, así que mantener casi un 75% de ventas de un libro que publiqué hace ya un año y más o menos lo mismo de otro que publiqué hace siete meses es un resultado satisfactorio para mí en este momento.

Eso sí, tal y como le he leído mil veces a Miguel Ángel Alonso Pulido en su blog y tal y como lo dice Gabriella Campbell en el suyo, la mejor manera de vender un libro es publicar el siguiente. Creo que durante mayo y junio las ventas de Starling se han mantenido bastante estables en parte gracias a la publicación de Quadrivium. Amazon siempre premia al autor que se esfuerza en ofrecer una nueva publicación.

Y por eso, y porque dicen que una serie realmente empieza a tirar a partir del tercer número, quiero publicar la tercera novela de la Starling as soon as posible. Pero el posible se está volviendo muy imposible y ya me está tocando un poco las narices. Desde luego, esta nueva entrega no creo que pueda ver la luz antes de octubre, y eso siendo muy optimistas...

Con respecto a Carter & West

El primer número de la serie se mantiene también bastante constante: cae un 12% en el 2º trimestre con respecto al 1º, claro que sus ventas son tímidas. Supongo que porque hace mucho tiempo que publiqué el libro.

Y supongo también que ésta es la razón que explica que las ventas de Quadrivium estén un poquito por debajo de las que logró la Starling cuando salió. En cualquier caso, esta novela es la responsable de que el descenso general de ventas del segundo trimestre con respecto al primero se haya quedado en ese 3,7% del que te hablaba y no haya sido superior. La Starling cae, pero Quadrivium compensa la caída. ¡Por eso es tan importante publicar con cierta frecuencia y tener un catálogo amplio!

A la vuelta de verano, intentaré darle un poco de aire a Carter & West, a ver si consigo ponerles las pilas.

Ya te contaré en el próximo informe de ventas, aunque el tercer trimestre no creo que sea muy bueno, con agosto ahí en medio, un mes en el que todos estáis tomando cervecitas a la orilla del mar. ¡Leed, repámpanos, leed! 😉

Nos vemos en el próximo balance mensual. Hasta entonces, feliz mes 🙂

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