2015 es en Brasil el año del Bald Cartoon, algo así como el dibujo animado sin pelo. Detrás de esta iniciativa tierna y netamente humana, reside una campaña de sensibilización y normalización del tratamiento contra el cáncer infantil. Ante el rechazo social y discriminación que puedan sufrir los niños, que padecen esta enfermedad, Oglivy ha hecho que sus seres más queridos -sus series de dibujos animados favoritas- se parezcan un poco más a esos niños que padecen cáncer.
Una forma real de afrontar la enfermedad para el público más menudo, a pesar de las dificultades que esto encierra. Reconozco que la iniciativa me ha sorprendido por la belleza y crudeza que encierra, así como el tono del mensaje: realista, optimista y valiente -sin ambages, ni frases edulcoradas-.
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