Un tiro de Sergi Llull que entró a falta de una décima para el final puso el definitivo 76-77 que decidió una final muy igualada en la que los fallos del Barcelona desde la línea de personal fueron claves. Mirotic fue designado MVP al hacer 17 puntos, coger 11 rebotes y sumar un total de 32 de valoración en el partido de hoy.
Histórico. Ese es el resumen de uno de los mejores partidos entre Barça y Real Madrid de los últimos tiempos. Un encuentro que estuvo lleno de tensión, igualado hasta el final y con dos cambios de líder en el marcador en los últimos ocho segundos. La historia quiso que los blancos fueran los vencedores y que Llull firmase el tiro por el que se recordará esta Copa del Rey de Málaga del año 2014.
El partido empezó con buenas defensas e igualdad máxima. En los primeros 20 minutos la máxima ventaja fueron cuatro puntos, que se consiguió tras un triple de Nikola Mirotic, que ponía el 4-8 en el partido. Los azulgranas buscaban a Tomic por medio del pick&roll en medio de la zona, que el Real Madrid aún no ha aprendido a frenar. Lorbek le acompañaba en ataque y, aunque las diferencias seguían siendo cortas, los de Xavi Pascual parecían tener las ideas muy claras. Tanta era la igualdad que hasta el marcador se volvió loco y dejó de correr en la última posesión que tuvo el Madrid. Al final se tuvieron que jugar unos segundos que habían robado al Barcelona y Oleson lo aprovechó para poner a su equipo por delante (17-16).
El segundo cuarto prometía magia con la entrada de Sergio Rodríguez, del que se contagió Felipe Reyes para mandarle un alley-oop a Slaughter. Pero en vez de ser un aluvión de buen juego, el segundo periodo se convirtió en el del juego trabado, con faltas, muchas faltas. Hasta 20 tiros libres se lanzaron en este cuarto. Aquí se empezó a evidenciar que al Barça le iba a costar mucho ganar la Copa, con un porcentaje de tiros libres horroroso, que apenas rondaba el 50%. Una canasta de Reyes ponía el 28-31 a falta de cuatro minutos para el descanso.
Abrines le dio fluidez al juego. Foto: ACB
En ese momento entró en escena Álex Abrines. El escolta, pitado durante toda la Copa, salió del banquillo para revolucionar el juego y anotar siete puntos, con dos triples consecutivos, que dejaron a los de Pascual con cuatro arriba en el descanso (42-38), que ponía la máxima renta de los azulgrana en la final.
En el tercer cuarto el cuerpo a cuerpo siguió siendo igual de duro, pero los equipos se soltaron en ataque. Liderados por Rudy y Marcelinho los dos equipos se iban hacia la canasta con fiereza, sin dar tregua, y el partido tomó el cáliz que todo el mundo quería ver. La tensión no se rebajó e incluso hubo una tangana protagonizada por Tomic y Slaughter que se saldó con una técnica para cada uno. A falta de tres minutos para entrar en el último cuarto el marcador reflejaba un empate a 53. Cinco puntos de Draper y dos canastas de Lorbek y Dorsey dejaron el partido 59-60. Se llegaba al último cuarto en igualdad, como durante todo el partido.
Mirotic fue designado MVP de la Copa. Foto: ACB
Los de Laso querían vengar las otras dos finales de Copa en Málaga, perdidas ante el Barça. Así apareció la figura del que sería nombrado MVP, Niko Mirotic. El hispano-montenegrino anotaba un tiro sobre la bocina que iniciaba la mayor renta madridista. Sergio Rodríguez anotaba dos canastas y Mirotic taponaba a Tomic y metía un triple que ponía la mayor renta del encuentro a falta de minuto y medio (64-71). Un triple de Oleson y una canasta de Huertas cuando se acababa el tiempo y sólo los valientes se la juegan, ponían el 73-75. La bola era para el Madrid, que tenía menos de 24 segundos para que acabara el tiempo y proclamarse campeón. 'El Chacho' perdió la bola y Oleson se adentró en la zona con su sangre fría de Alaska y consiguió el 2+1. Esta vez si anotó el tiro libre y culminaba la remontada a falta de 8 segundos (76-75).Daba la sensación de que el Madrid acababa de perder una final que tenía ganada y que su hegemonía en España aún no estaba clara. Rodríguez subió la bola, la botó todo lo que pudo hasta que encontró a Llull. El menorquín lanzó a 6 metros de distancia y el balón caía por la red a falta de una décima de segundo. Los de Laso le daban la vuelta a la tortilla. La Copa había ganado un nuevo héroe, al igual que la liga lo ganó cuando Herreros metió aquel triple de Vitoria. El Barça se podía jugar aún un alley-oop, y lo intentó. Tomic palmeó la bola que no estuvo cerca ni de entrar. El Real Madrid era el campeón del torneo.
Llull entró en la historia con este lanzamiento. Foto: ACB
El Real Madrid suma su 24º título de Copa del Rey a sus vitrinas, una más que su rival de hoy, con el que ha desempatado. Mirotic conseguía su primer MVP de la competición en el que probablemente sea su último año en España antes de dar el salto a la NBA. Incluso Felipe consiguió un record y se convirtió en el jugador con más valoración en la historia de la Copa, con 433 puntos y superando a otro mito madridista como Joe Arlauckas. Todos ellos pueden estar orgullosos pero sin duda está Copa se recordará por la canasta de Llull.