Avanza en la Cámara de Diputados de la Provincia de Buenos Aires un
proyecto de ley para crear el Banco de Datos Genéticos de la provincia
de Buenos Aires cuya principal misión es “facilitar la identificación y
filiación de los habitantes de la Provincia”.
Según el artículo 2, “el Banco de Datos Genéticos Provincial se integrará con información genética de todos los habitantes de la Provincia, la cual se recabará
obligatoriamente en algunos de los siguientes supuestos: a) al momento
del nacimiento y/o defunción de las personas; b) en la expedición y/o
renovación del Documento Nacional de Identidad; c) en la expedición y/o
renovación del registro habilitante para conducir; d) en cualquier otra
oportunidad que la Autoridad de Aplicación de la presente ley estime
corresponder”.
Es lógico que esta iniciativa haya levantado recelos y críticas, dado el carácter extremadamente sensible de la información genética personal, que puede otorgar a los que la manipulen un desmesurado poder sobre la vida y salud de las personas. En efecto, esta información tiene la potencialidad de predecir posibles eventos vinculados con la
salud y puede dar lugar a nuevas y drásticas formas de discriminación y
estigmatización. El carácter obligatorio establecido en la iniciativa
suscita mucha preocupación por el surgimiento de nuevas formas de
vigilancia y control social, avanzando sobre la confidencialidad y privacidad de las personas.