He pasado esta mañana por el Banco de Emociones, quería informarme, saber si era posible recibir algo a cambio de los años perdidos.
El director de la sucursal, un señor muy amable, me hizo las preguntas de rigor:
-¿Ud estaba? -En tercero de EGB -contesté.
-¿Y desea la devolución de?
-Dos recuerdos, quizás tres, más los llamados intangibles, pero me han dicho que esos no cuentan, que no tiene nada que ver con la memoria, es otra cosa, ¿cierto?
-Efectivamente, podemos resarcirle por: <> y por algún <> y cosas por el estilo; se dan algunos casos en los que incluso devolvemos algún discurso de Arias Navarro y alguna ostia, pero poco más.
Mire, le contaré una cosa, ¿tiene usted abuelos?
-Sí, pero fachas por parte de padre, los rojos murieron.
-Bueno los fachas no cuentan .
Bien, ahora imagine que sus abuelos rojos vienen aquí y desean la devolución de cerca de cuarenta años.
¡¡¡Imagine!!!
Todo el sistema bancario se vendría abajo.
No únicamente el Banco de Emociones, el Banco Ideas, Banco Cultura, Banco Educación, etc.
..Ya, ya, me lo puedo imaginar -dije mientras rellenaba el formulario.
Salí del banco camino a casa cargado con el regalo (por tres recuerdos borrosos le obsequiamos con un regalo de estilo: asimétrico, federal o no y pluri, muy pluri… -me dijo el director mientras firmaba).
Todavía no sé donde colocaré el busto de Juan Carlos I