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Hace unos días leí la columna de Arturo Pérez-Reverte dedicada a sus recuerdos sobre las películas de guerra. Aparte de confirmarme de que cada uno tiene sus gustos y sus rarezas, me hizo pensar en que solemos recordar situaciones tensas, actuaciones memorables, historias intensas. Pero hay algo que no suele nombrarse aunque es parte esencial de esos recuerdos y de esas emociones. Ese algo es la música.
Porque reconozco que más de una vez he tatareado la obertura de "Escuadrón 633" cuando me ha salido algo bien o pretendo darme ánimos al realizar una tarea.
Pero si hablamos de partituras famosas reconocidas por cualquiera, sin lugar a dudas el tema más conocido del cine bélico sea "La marcha del coronel Bogey " que aparece en la obra maestra de David Lean. Me apuesto caña y tapa de anchoas a que no hay nadie que no la haya tarareado alguna vez. Dicho tema proviene de la Primera Guerra Mundial y era bastante conocido por el público británico. Pero no por el resto del planeta.
Dicha tonadilla no es la única de las partituras famosas que ya eran conocidas antes de formar parte de una película. En esa categoria podemos encontrar a "La marcha de los granaderos británicos" que siempre sale cuando vemos marchar a las tropas inglesas de los siglos XVII y XVIII.
Y que decir de la "Panzer Lied" de "La batalla de las Ardenas". El único momento decente de una película deleznable que consigue transmitir lo que debía de ser el esprit de corps de las unidades blindadas alemanas.
Aunque probablemente el ejemplo más famoso de canción bélica es "Lili Marleen" que incluso inspiró a la película homónima de Fassbinder.
Hay también casos curiosos como es el de resucitar una canción. Es el caso del tema "As time goes by" de la inolvidable "Casablanca" que fue compuesto para un musical de Broadway del año 1931.
Sin embargo en la mayor parte de las ocasiones los temas musicales suelen componerse ex-professo para la película de la que formará parte como la bella pero escalofriante escena de "Tomorrow belongs to me" en "Cabaret"
Finalmente tenemos las composiciones orquestales destinadas a crear el ambiente de la película. A veces pueden tener un cierto tono tragicómico como es la obra de Elmer Bernstein de para "La gran evasión"
Otras veces tenemos obras muy intimistas como la que compuso Ryuichi Sakamoto para "Feliz Navidad Mr. Lawrence"
O con un carácter más épico como la partitura de Jerry Goldsmith en "Patton"
O heroico, como es el caso del tema de "Los cañones de Navarone" debido a Dimitri Tiomkin.
Hay muchas más partituras que, aunque son un trabajo de calidad, sólo son recordadas por los aficionados por ser parte de obras famosas del cine de guerra. Entre estas podríamos incluir las composiciones para "El día más largo", "Un puente lejano" o "La batalla de Inglaterra". Pero estoy convencido que cualquier aficionado al cine bélico tiene su particular partitura preferida.