En 1960, John Wayne se lanzó al barro y dirigió su primer largometraje tomando como punto de partida la historia (mitificada desde el mismo momento en que ocurrieron los hechos) de un grupo de tejanos que, atrapados en una vieja misión española, El Álamo, lucharon contra el ejército mejicano en la Guerra de Independencia de Tejas, alcanzada ésta en 1836. Claro, lo consiguieron con la ayuda del ejército de Estados Unidos. El verdadero trasfondo era la anexión del territorio, pero como había que ocultar las ansias expansionistas estadounidenses de cara al panorama internacional, no fue hasta nueve años después cuando se produjo la misma.El film de John Wayne, del que se dice que John Ford estaba tan maravillado que acudía con frecuencia al rodaje, e incluso rogaba a Wayne rodar algunas escenas, desprende un aura de romanticismo gracias al tratamiento heroico de los personajes, que combaten sin rendirse hasta el final, a la exageración del número de hombres enfrentados (cifras en las que aún hoy los historiadores no se ponen de acuerdo) y a otros aspectos de carácter más cinematográficos que contribuyen a elevar el grado de épica del film, como es el caso de la banda sonora .La música, creada por el compositor Dimitri Tiomkin, autor de otras importantes partituras como Crimen Perfecto (1954), Gigante (1956) o 55 días en Pekín (1963), se acoplaba perfectamente al carácter legendario que le imprimió Wayne, y en ella destacan temas como Degüello, que anteriormente utilizó en la película Río Bravo (1959). Éste, inspirado en el toque a degüello utilizado por el ejército mejicano en la contienda, que tomaron tiempo atrás de las tropas españolas, era un aviso a sus enemigos, en este caso los defensores del Álamo, para los que no habría cuartel y no les esperaba otra cosa mas que la muerte. Otro tema interesante sería el compuesto para la batalla final de la película y, aunque sea mucho decir después de cincuenta años, quizás una de las batallas mejor rodadas que he visto, me refiero al tema épico The Battle of The Alamo. Por último, quería citar también el tema con el que cierra el film, The Alamo Final, con un excepcional coro masculino al que se le une más tarde otro femenino y, sobre todo, la pieza más conocida, The Green Leaves of Summer, una composición de abundante lirismo con la que se abren los títulos de crédito y que, como anécdota, Quentin Tarantino incluyó en una de las secuencias iniciales de su última película Malditos Bastardos (2009).Aquí os dejo ambas versiones.
The Green Leaves of Summer, original de Dimitri Tiomkin para "El Álamo".
The Green Leaves of Summer, versión para la película "Inglorius Basterds".