Revista Cine
Directora: Céline Sciamma
La tercera película de Céline Sciamma, y la última que veremos hasta que tengamos la oportunidad de ver "Portrait de la jeune fille en feu", es "Bande de filles", cuya traducción vendría siendo "Banda de chicas", si bien su título en inglés fue "Girlhood", aprovechando el gancho dejado por "Boyhood" y, claro, "Blackhood" (más conocida como "Moonlight").Nuevamente Sciamma nos cuenta una historia que, si es por definirla a la rápida, es un coming-of-age sobre una adolescente que, prácticamente después de que su consejera escolar le dijera que no puede hacer nada por ella y por su futuro (debido a las malas notas), se une a una pandilla de muchachas, algo mayores que ella, que según mi madre son la definición de "mala junta": no hacen nada, no estudian, fuman y toman, pelean, roban ropa, etc... La protagonista, con una vida familiar entre nula y conflictiva (la madre casi nunca está, el hermano es violento con ella y se dedica a negocios turbios, las hermanas menores son muy pequeñas), se siente cómoda con este nuevo estilo de vida, acaso su nueva y verdadera familia, y parece comenzar a forjarse como persona en este ambiente claramente marginal y carente de oportunidades (no se ve ninguna oportunidad a lo largo del metraje: o es a lo que la protagonista se siente atraída, o es un trabajo de mierda mierdosamente pagado), si bien retratado sin efectismos trágicos por parte de Céline Sciamma, quien deja que sus historias fluyan y respiren (aunque la estructura de este relato esté más cuidada que la de sus filmes anteriores). Otro punto para ella por sobre el cine social más repelente. Porque, además de contar la historia de una muchacha y el siempre complejo proceso de forjarse una personalidad y una vida, la cámara de Céline Sciamma también se introduce y capta esa realidad que, al igual que en términos geográficos, queda aislada y empujada hacia los márgenes, en donde, semiolvidada como está, desarrolla sus propias reglas y dinámicas, un mundo por descubrir (pero, así como no hay tono trágico, tampoco Sciamma idealiza la miseria o la pobreza: la muestra como es, dura, si bien no le impide a sus personajes soñar, sonreír y levantarse luego de cada tropiezo o caída, porque los suyos son personajes dignos a pesar de todo). Y, por supuesto, sumado al componente social se aprecia también la siempre incisiva y aguda mirada de la directora para reflexionar en torno a temas como las problemáticas de género, entre otros. Cine coherente consigo mismo, dueño de un estilo propio e innegablemente delicioso.
Toda la excelente y bella labor de Sciamma se complementa a la perfección con el maravilloso desempeño del reparto, compuesto por intérpretes no profesionales, y a estas alturas sobran las palabras. "Bande des filles" es otra gran muestra del enorme talento de esta directora (lo mismo que dije ayer) y acá quedamos con todo el entusiasmo encendido, a la espera de su cuarto largometraje.
Ha sido un gusto conocer la obra de Céline Sciamma.