Revista Opinión

Banderita tu eres roja, banderita tu eres gualda

Publicado el 22 junio 2015 por Alberto Garcia @ensurincon

La Bandera es un símbolo que puede unir ciudadanos de un mismo país, una comunidad, una organización, una cofradía, una empresa e incluso a aficionados de un mismo club deportivo. Sirve para aunar voluntades, para ponerse serio y para irse de fiesta. En el peor de los casos se lucha por ella, se muere y también se mata. El valor y significado de una bandera no esta escrito, reside en la imaginación de cada persona. Y como toda creación mental, es algo totalmente subjetivo.

El valor y significado de nuestra bandera se dañó y quedó algo chafado con la Guerra Civil. Se enfrentaron en esta guerra dos ideologías irreconciliables y al mismo tiempo dos banderas físicamente diferentes.

Terminada la guerra, la bandera vencedora arropó durante cuarenta años a un régimen nada democrático, preocupado en fusionar bandera y país con ideales propios. Son muchos años viendo ambos símbolos "fusionados", viendo una bandera secuestrada por un régimen político.

La Transición tampoco ayudo mucho, se cambió el escudo pero sus colores lucían con orgullo en pulseras, colgantes y gallardetes de la derecha, como homenaje y recuerdo a un franquismo añorado. Nuevamente la bandera... secuestrada.

Por eso se ha mirado la bandera con recelo, nunca se ha sentido como un símbolo de "todos", sino como un símbolo de "ellos". Es tal vez el momento de recuperarla para "todos", independientemente de las ideas políticas. De sentirla como propia, de acudir a un evento deportivo internacional y llevar la bandera con orgullo... sin el toro de Osborne como escudo. Mira que somos horteras.

Tampoco, todo hay que decirlo, el escudo ayuda mucho. Hemos sufrido cuatro modificaciones del mismo. Los colores van por el camino de la aceptación, pero los símbolos que componen el escudo contienen un símbolismo rancio donde no todos ni todo está representado y si hay mucho excluido: el cuartelado con las armas de Castilla, León, Aragón y Navarra. El escusón de Borbon-Anjou al centro y en la punta las armas de Granada. La Corona Real al centro, bien hermosa. Las Columnas de Hércules rematadas de mini corona real y mini corona imperial. Y el lema Plus Ultra ("Mas allá"), lema personal que ya utilizó Carlos V. Lo dicho, un conjunto disjunto pelín antediluviano, más propio del XVII, XVIII o del XIX. Claro que cambiar el escudo por un toro, tampoco es de recibo.

El blanco, propio de la Casa de Borbón, también era el paño utilizado en el siglo XVIII por las distintas ramas de los Borbones que reinaban en Francia, el Reino de las Dos Sicilias y el Ducado de Parma, además de España. En 1785 Carlos III , harto de sufrir en sus barcos las guerras de sus parientes, decide cambiar el pabellón nacional de la Marina española para diferenciarse mejor de estas otras naciones. Los ingleses y sus aliados tenían la fea costumbre de disparar primero y preguntar después, si el barco era de Borbón enemigo o de Borbón neutral. Por llevar la "enseña familiar"... nos estábamos quedando sin barcos.

"Para evitar los inconvenientes y perjuicios que ha hecho ver la experiencia puede ocasionar la Bandera Nacional de que usa Mi Armada Naval y demás Embarcaciones Españolas, equivocándose a largas distancias ó con vientos calmosos con la de otras Naciones, he resuelto que en adelante usen mis Buques de guerra de Bandera dividida a lo largo en tres listas, de las cuales la alta y la baja sean encarnadas y del ancho cada una de la cuarta parte del total, y la de enmedio, amarilla, colocándose en ésta el Escudo de mis Reales Armas"

Este diseño rojigualda se conserva hasta nuestros días, aunque ha habido constantes variaciones del escudo. Solamente la proclamación de la Segunda República Española en 1931, durante la que se utilizó la bandera tricolor republicana de franjas horizontales de igual tamaño entre ellas, sustituyéndose en la franja inferior el rojo por el morado, constituyó un paréntesis en su uso.

Tras la Guerra Civil, se volvió a la bandera bicolor, pero con el nuevo modelo de escudo, el modelo de 1938. Posteriormente, se cambió el escudo en dos ocasiones más, con los modelos de 1945 y 1977 , hasta el actual modelo de 1981.

- El amarillo: Gualda, es una hierba de la familia de las Resedáceas, con tallos ramosos de cuatro a seis decímetros de altura, hojas enteras, lanceoladas, con un diente a cada lado de la base, flores amarillas en espigas compactas, y fruto capsular con semillas pequeñas en forma de riñón. Aunque abunda bastante como planta silvestre, se cultiva para teñir de amarillo dorado con su cocimiento.

Pues bien, no se sabe a ciencia cierta si fue un hortera o un finolis, el que tuvo la ocurrencia de bautizar como "gualda" el color amarillo de la franja central. Ya hemos visto que Carlos III dice taxativamente: "y la de enmedio, amarilla,". Tal vez en esos tiempos el amarillo no tenia las connotaciones actuales de color maldito. De una manera u otra, tontunas de gran calado.

- La canción: El 31 de octubre de 1919 se estrenó en el teatro Martín, de Madrid, la revista Las Corsarias. El autor de la música fue el maestro Francisco Alonso, y los libretistas, Enrique Paradas y Joaquín Jiménez.

Su famoso pasodoble "La Banderita" se dejó escuchar inmediatamente por calles y cafés, lo cantaron los soldados que iban a la guerra de África y hasta el propio rey Alfonso XIII confesará que lo cantaba mientras se afeitaba (¿no le afeitaban?). La bandera tenía ya canción -popular y sentimental- pero canción al cabo. Canción populachera, entonces lo de populismo no se estilaba.

Será por historias y anécdotas...


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