
Mi tía Sagrario, que es un sol y me cuida como una mami, es, además de una reputadísima enfermera, una experta en masajes y temas relacionados con el relax y bienestar. Por eso, y viendo que últimamente llevo unos meses con muchísima tensión y dolores de espalda, lumbares, cervicales y demás (estoy hecha un trapito!) me regaló este frasco de baño relajante de lavanda de Weleda que, la verdad, es una maravilla!
Se trata de un líquido realizado a base de aceite esencial de lavanda, junto con otros aceites esenciales naturales. Un producto ideal para desestresarse y prepararte para pasar la noche lo más plácida y relajadamente posible. Para sacarle el máximo partido, la temperatura del baño deberá estar entre 37-38º C y se vierten 2 tapones en la bañera, para darte un baño de una duración de no más de media hora, para no sobrecargar la circulación ni deshidratar la piel. El aceite esencial de lavanda está lleno de virtudes relajantes, ideal para eliminar tensiones y nervios o estrés.
El resultado es realmente bueno, yo duermo muchísimo mejor desde que lo utilizo, y los días que no me doy baño de lavanda lo noto mucho y lo echo de menos. El cuerpo se queda como la seda y la noche se vuelve mucho más reconfortante, despertando mucho más relajado y descansado a lo largo de la noche tras el efecto de este baño.
