Sin duda, es un rincón mágico de la provincia de Gerona. Sus cambios de tonalidad debido al reflejo del sol, de dorado a azul turquesa, de verde esmeralda a gris, rosado o lila hacen del lago de Bañolas, de 107 hectáreas y 2.128 metros de longitud, un recodo mistérico, donde abundan las leyendas y los enigmas.
Una laguna con historia
Precisamente, su mismo origen ya tiene un resquicio de controversia. El lago, que llega a alcanzar hasta los 400 metros de profundidad en algunas zonas, se alimenta de los acuíferos procedentes del norte y el oeste, en la zona de la Alta Garrotxa, al norte de Girona.
Desde allí, las aguas se filtran y fluyen a través de una red subterránea de canales. Luego, el agua brota hacia el exterior formando una cuenca donde habitó el hombre del Neolítico, que se estableció aquí hace más de 7.000 años.
Primero de todo, y antes de visitar el lago, el viajero debe tener preparado su viaje, que incluye, como primer paso a confirmar, la disponibilidad de alojamiento. Y si puede ser de calidad y buen precio, pues mejor. Pernoctar en alguno de los apartamentos vacacionales Bravissimo que se diseminan por la provincia de Gerona es una opción más que interesante.
Alojarse en Bravissimo es hacerlo a otro tipo de de apartamento, ya que se ayuda al viajero a planificar su estancia según su deseo. Se puede descubrir Gerona como un nativo, así como participar en las actividades que se le ofrece para conocer la provincia.
Cambios de tonalidad
De vuelta a Bañolas, al viajero seguro que le maravilla el cambio de tonalidad que muestra el lago, que lo hace con una facilidad que sorprende al más pintado. Cuando despuntan los primeros rayos del alba reflejan los destellos dorados del sol.
Por la mañana el agua se torna azul turquesa o verde esmeralda, dependiendo de la posición del sol y si sopla el viento. Si ocurre esto, por la tarde el lago de Bañolas transmuta en un color rosado y lila.
Un halo fantasmagórico
A partir de la estación otoñal, y debido al contraste de temperatura entre el agua y el exterior, el lago experimenta una imagen sorprendente a ojos del viajero: parece que emana humo. Además, los mantos de neblina blanca dotan sus aguas de un aire fantasmagórico. Lo cierto es que el lago y su cuenca de alrededor están considerados el conjunto cárstico más extenso de España; es, por tanto un sistema medioambiental de notable valor.
Bañolas es un lugar con mucha historia. Más que una concentración de agua, es el territorio donde habitan los animales vivos más antiguos del planeta. Un ecosistema labrado desde hace docenas de miles de años que permite ver un fósil viviente ( Tríops cancriformis) cuyo origen se remonta a 220 millones de años. Eso sí, es posible solo cuando las aguas crecen en el cercano lago de Espolla.
Y donde también tuvo al hombre de Neandertal entre sus huéspedes. De los romanos se encontró en Bañolas una terracota que representaba la cabeza del emperador Augusto, nada menos.
Leyendas en torno al lago de Bañolas
La leyenda también envuelve el aura de la laguna de Bañolas. Una de ellas sitúa aquí la morada de un temible dragón. La que dio origen al Hoyo del Dragón o el Clot del Drac. Un monstruo prehistórico con el dorso protegido de afiladas púas y unas enormes alas rematadas por arpones. Que se enfrentó al mismísimo Carlomagno.
El rey de los francos no pudo acabar con él y tuvo que pedir ayuda a san Emeterio, un monje francés, quien se acercó al lago y se puso a rezar enfrente del dragón. El bicho reaccionó a las plegarias y siguió al monje hasta la plaza del pueblo. Este hecho se interpretó como un milagro de san Emeterio, por lo que se fundó el monasterio de San Esteban.
Otro mito habla de un palacio de cristal sumergido en el lago que está habitado, según dicen, por las alojas, las mujeres del agua. Unas ninfas que emergen a la superficie y seducen con sus cánticos a los hombres que se arriesgan a pasar por el lugar. Luego los atrapan con un abrazo y los sumergen en el lago.
Riqueza paisajística y de fauna
La laguna de Bañolas está rodeada de vegetación y fauna. Álamos, chopos, juncos, cañizales, lirios amarillos, fresnos, alisos y sauces, robles o encinas conviven alrededor de las aguas calmadas de un espacio natural protegido.
Junto a la flora, una tupida representación animal convive en son de paz. Alrededor del lago también es posible toparse con tortugas, ranas, nutrias, murciélagos ribereños y aves como los ánades reales, pollas de agua, fochas, gaviotas, cormoranes moñudos, avetorillos, martinetes, petirrojos, garcillas bueyeras, mirlos, abubillas y el preferido de los niños, el martín pescador.
Interesante para el viajero resultará visitar en el mismo lago el Parque de la Draga, un musealizado yacimiento arqueológico del Neolítico del año 5200 antes de Cristo. Se han reproducido cabañas de madera tal y como eran en la época. Y en el fondo de la laguna aún permanecen los restos de un bombardero ruso Tupolev SB-2 Katiuska que se hundió aquí en 1938 durante la Guerra Civil.
Después de una ajetreada ruta con historia y valores naturales, paisajísticos y medioambientales, el viajero bien merece un descanso. Si luego quiere seguir conociendo lugares como Palamós, Rupit, Ripoll o Tossa de Mar, puede optar por el alquiler de casas de vacaciones en Costa Brava y recuperar fuerzas. Alojamientos de la mejor calidad y con los mejores servicios.
Soy periodista y experto universitario en protocolo. He trabajado en diferentes medios de comunicación como 20 minutos, Las Provincias o Diario 16. Ahora ejerzo labores de community manager, colaboro en blogs y publicaciones digitales. Autor del libro 'Eso no estaba en mi libro de Historia de Roma'.