Revista Cultura y Ocio

Baños árabes conocidos en la Edad Media en Toledo

Por Pablet
Una de las dificultades con que se tropieza en el estudio de los baños de la ciudad de Toledo consiste, como escribía Clara Delgado en 1987, en la carencia de documentación. No tengo la intención de presentar aquí un análisis detallado de los documentos hoy disponibles; además, algunos de ellos han sido transcritos en los últimos veinte años. 
Resultado de imagen de baño de las teñerias toledoRecordaré solamente los baños mencionados en documentos de los siglos XII y XIII y lo que quedaba de ellos a fines del siglo XV. En los siglos XII y XIII hay cuatro barrios que llevan el nombre de un baño: “el barrio del Baño de Yaix”, cerca del barrio del Pozo Amargo; “el barrio del Baño de Cavallel”· , “el barrio de Hamam Ferro” y por fin “el barrio del Baño de Zeid” . 
El primer baño que aparece en la documentación se localiza en el barrio de Santa Leocadia. Propiedad del rey al principio del siglo XII, en 1125 pertenecía al conde Pedro Alonso ; después, en 1170, a la orden de Santiago . Más tarde será conocido como baño de Zarafi.
 La puerta del baño sirve de referencia para la localización de una tienda del cabildo catedral en 1380. Más tarde la tienda se menciona « cerca » o « al baño de zarafi » . Los otros baños aparecen en contratos de venta de casas en la segunda mitad del siglo XII. Este es el caso en 1163 del del Caballel, situado en el barrio de san Justo, frente a una antigua mezquita , en una plaza donde se menciona, a fines del siglo XII, un baño que está, según dice el texto, “derruido” o “ruinoso”10 . 
Vuelve a aparecer en varias actas de venta, por ejemplo en 1166 en la de una casa de la vecindad .11 Un contrato de compra 12 del último cuarto del siglo XIII de “dos casas hundidas en el barrio de la iglesia de San Justo, en la Alcudia, contiguas una a la otra”, a las que se llama “la casa del pozo” y “la del corral”, precisa que este conjunto de dos casas linda “… con otra segunda calle que baja al Baño del Caballel…”. 
Esto nos permite ubicar el baño del Caballel en la Alcudia, llamada antiguamente Alcudia alhatab o “Cerro de la leña”13. Volveremos a ocuparnos de esta observación tan importante. El baño del Caballel era tan conocido que el barrio llevaba su nombre en los siglos XII y XIII. 
Se menciona como tal baño hasta 1385 . En 1388 fue cedido al alcalde mayor de Toledo, Juan Carrillo, y en adelante el barrio se llamó con el nombre de este personaje. 
El baño del Hierro se menciona en el acta de venta, firmada a fines del siglo XII  , de la mitad de una “casa teneria” del barrio de la Puerta del Hierro, fuera de Toledo, que linda al este “… que va a Hamam Faro, al O. y al N. con las murallas de la ciudad…”. 
Diez años más tarde, el baño del Fierro contribuye a precisar la situación de unas casas que doña Sola lega a sus dos sobrinas en 1187 16. Lo volvemos a encontrar en documentos de 1246 y 125917 .
No parece que el baño siguiera en servicio más allá de 1385 . El Baño de Yaix figura en un contrato de venta “en el barrio del Pozo Amargo y baño de Yaix”19 . Se cita frecuentemente hasta 1255. 
Las notas añadidas a los documentos de 1216 y 1242 parecen indicar que lo llaman “baño del Arzobispo”, mientras que otra nota dice que se sitúa “al cenizal...” . 
Resultado de imagen de baños de caballel toledoEl baño de Zeit había dejado de funcionar en la segunda mitad del siglo XIV y ya no figura en 1443 como referencia de las casas con que lindaba antes 
A estos baños debemos adjuntar cuatro más a fines del siglo XII, uno en el barrio del Pozo Amargo 24, otro en la parroquia de San Nicolás , un tercero en el barrio de la catedral 26 y otro llamado de Rodrigo Gutiérrez, en un sitio todavía indeterminado . En la primera mitad del siglo XIII, un maestre de Calatrava da el baño del Espital a un particular  y en la segunda mitad del siglo XIII se señala, en un barrio aún no localizado llamado de Torre Nueva, en el arrabal de Toledo, un baño que pertenece al convento de San Clemente y está dotado en 1256 de un “manantial de agua29. 
La revisión que acabamos de presentar nos conduce a admitir que en los siglos XII y XIII había catorce baños. Una decena estaban en servicio en el siglo XII y quizás durante parte del siglo XIII, mientras que algunos de ellos, que aparecen en los textos como “derribado“ 30 o “hundido” 31, ya no lo estaban en la primera mitad del XIII. 
El número de baños en funcionamiento va disminuyendo a lo largo del siglo XIV.
 Solamente dos barrios llevan el nombre de sus baños a fines del siglo XV, el de Hamanzeit y el del Cenizar; este último tiene “nueve posisiones con las casas derribadas…”32 .
 En el inventario de 1491-1492 reparé en un grupo de cuatro casas abovedadas, llamado bovedas en el texto, que rentaban al cabildo entre 20 y 55 maravedís anuales. Buscando su ubicación y tratando de identificarlo he encontrado un baño, que quiero describir. 2.
 Un ejemplo de baño islámico: el baño llamado “de San Sebastián de Yuso”33 Tratando de identificar las ”bóvedas” citadas en la documentación de fines del siglo XIV, me llamó la atención un edificio en muy mal estado, situado a menos de 100 metros de la iglesia de San Sebastián, al noreste del molino de San Sebastián, en un fuerte desnivel. 
Este edificio, cuyo muro sur ya estaba reventado bastante antes de 1997 (figura 1), ofrecía a simple vista tres salas abovedadas, orientadas de norte a sur, paralelas y contiguas. Un análisis cuidadoso del estado actual del edificio pone de manifiesto los elementos siguientes:
Resultado de imagen de baño de san sebastián de yuso- Una sala en dirección oeste-este, sin comunicación directa con las tres salas perpendiculares a ella y paralelas entre sí. - Al este, una sala rectangular, la más larga de todas, cubierta con bóveda de cañón. - En medio, una sala rectangular dividida en dos partes desiguales, ambas cubiertas por bóveda de cañón. La menor tiene una pequeña alcoba. 
- Al poniente, una sala rectangular, de bóveda de cañón; tiene en su extremo sur un ábside de planta cuadrada; en el extremo opuesto, si bien en la actualidad está interrumpida, la bóveda de cañón protegía dos alcobas separadas de la parte central por arcos geminados, de los cuales solo se han conservado la traza de un arco de medio punto, los muretes y una jamba.
 - Un arco de medio punto en el muro oeste de la sala de poniente.
 - El espesor notable de los muros (figura 1), particularmente del muro oeste de la sala de poniente (1.30m). Hay que añadir que hasta hace unos años se conservaba todavía una canalización de agua al oeste de la sala de poniente, en un área hoy destruida. 
Tenemos en este edificio los elementos suficientes para considerar que estas estructuras abovedadas constituyen los restos de un baño islámico “conservado, como muchos otros en España, gracias a la solidez de su construcción” . 
Comparando las medidas de las salas actuales y las que se tomaron a los sótanos en el siglo XV llegamos a la conclusión de que las “bóvedas” medievales corresponden a un baño que hemos denominado “de Yuso”.
 La utilización como habitáculo humano que se vino dando a este baño y a algunos más (figura 2) contribuyó a evitar la ruina de la estructura y a conservarla. 
El plano a que obedecen estas bóvedas corresponde al plano genérico de los baños islámicos toledanos, que resumiremos así:
Imagen - Una entrada al baño, destruida en el baño de Yuso . - Tres salas con bóvedas de cañón poco altas, cuyas funciones se manifiestan claramente (figura 3). 
En la sala oriental estaba el cuarto frío (al-bayt al-barid); en la sala intermedia el templado (albayt al-wastani); y por último a la sala de poniente correspondía la sala caliente (al-bayt al-sajun) iluminada por tragaluces. - Muros muy gruesos, sobre todo en las salas templada y caliente. 
- Un horno y un caldero sobrepuesto, embutidos en el arco abierto en el grueso muro de poniente de la sala caliente.
 - Un hipocausto, bajo el suelo de la sala caliente y a un nivel más bajo que el suelo de la sala intermedia. 
- Un cuarto de servicio - leñera, al oeste de la sala caliente, que ha desaparecido en el baño de Yuso. 
El aire caliente que venía del fogón circulaba por el hipocausto y se evacuaba por las chimeneas, practicadas una en el muro exterior y otra en el muro común a las salas caliente e intermedia. 
De todos los elementos que componen un baño islámico, los que más a menudo se conservan y los más fácilmente identificables son sin duda las salas abovedadas contiguas, completadas en el mejor de los casos por tragaluces. Si bien la presencia de sótanos contiguos con bóveda de cañón en un edificio actual es motivo más que suficiente para orientar al investigador hacia la existencia de un baño medieval, ello no es sin embargo un elemento definitivo. 
El investigador debe obligatoriamente enriquecer la argumentación, ya sea con la información suministrada por textos antiguos, o bien estudiando otros elementos convergentes relacionados con las necesidades de funcionamiento de un baño. Vamos a ocuparnos concretamente de estos en el punto siguiente de nuestra exposición.
http://www.toledohistorico.es/presentacion/pdfs/Art%20Banyos%20arabes%20Toledo.pdf

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