Éste es un claro ejemplo del poder de la adicción al tabaco. Si un hombre como Barack Obama manifiesta “He dejado de fumar” después de intentarlo en numerosas ocasiones y lo marcó como su mayor reto, nos hace pensar y mucho.
Derechos de imagen: “Barack Obama: The Story” de David Maraniss
¿Qué medios no tendrá Barack Obama a su alcance para poder dejar de fumar?…
…y no lo consigue.
Su asesor personal Robert Gibbs, aseguró en declaraciones realizadas a finales del año 2014 que el presidente llevaba varios meses sin fumar.
El Presidente, que en su día llego a manifestar que la marihuana era un «mal hábito» pero que no era más peligroso que el alcohol, reconoció haber fumado ‘maría’ según la publicación de su biografía «Barack Obama: The Story» en el 2012 del periodista David Maraniss, manifestando publicamente Barack Obama que si bien todo esto era cierto, al llegar a la universidad comenzó una vida de ‘monje’.
Cuando leí que este hombre llevaba fumando durante más de treinta años, ya que comenzó a fumar en la década de los 70, y que intentó dejarlo en numerosas ocasiones sin éxito, yo que he dejado de fumar me vi reflejado perfectamente en la figura de este personaje.
Más aun me vi reflejado cuando me enteré que el tabaco le supuso a Obama importantes críticas por parte de la oposición republicana y de su propia mujer, según declaraciones a la CNN de personas allegadas a la Casa Blanca, quienes indicaron que la mujer del presidente le recordaba a cada momento su deber de dejar de fumar por el bien de su salud y por su familia.
Pero las críticas de la oposición republicana y de su propia mujer no fueron bastantes, una de las formas en las que Barack Obama ha dejado de fumar ha sido mascando chicles de nicotina, lo que le valió también una crítica de la sociedad China a través de las redes sociales en uno de sus viajes de estado a ese país por aparecer “mascando chicle” en actos oficiales.
Como conté días atrás, en España tenemos el ejemplo de un ministro de Sanidad Alfonso Alonso, que entre sus primeras promesas como ministro, incluyó la de dejar de fumar de una vez por todas.
El cambio de hábitos es una cosa que afecta a todo el mundo. Presidentes y ministros, todos a igual con el resto de los mortales.
Barack Obama: He dejado de fumar
Y es que las adicciones como el tabaco no entienden de rangos ni distinciones. Ya seas un completo desconocido o ya seas el presidente de los Estados Unidos.
Lo que más me llamo desde un principio la atención, fue el método que utilizó Barack Obama para dejar de fumar según su familia y su grupo de asesores. Aquí se parece más que nunca al resto de las personas y saca su lado más “humano” como cualquier “hijo de vecino” y como si se tratara de un completo desconocido, comienza a sudar y a mascar chicle cuando está en reuniones internacionales.
Y es que fumar ya no está de moda, y eso lo sabe perfectamente Obama, quien protagonizó un vídeo del “día antitabaco” el pasado año 2014 y afirmó que:
“Dejar de fumar puede resultar difícil, pero créanme, lo sé: Podemos hacer que sea más fácil.”
Lo bueno de conseguir dejar de fumar es que te puedes poner a la misma altura que el presidente de los Estados Unidos. Y eso gusta. Las adicciones y los hábitos ‘van por dentro’.
Si al mismísimo Presidente de Los Estados Unidos le está costando la misma vida dejar de fumar es por una sola cosa… ¡Que no es fácil!
Pensar que este hombre, que tiene todos los medios a su alcance tan solo le debe de bastar levantar un dedo para que le traigan un paquete de tabaco… pero que jodido lo tiene para dejarlo.
En cierta medida el haber dejado de fumar de una forma fácil y diferente es algo que me gusta, todavía recuerdo mi primer día sin fumar como todo un reto personal que me sitúa por encima del Presidente de Los Estados Unidos.
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Rafa García.
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