Ante la celebración de su 50 cumpleaños, Antoine (Lambert Wilson) recibe el peor de los regalos: un ataque al corazón. A partir de ahora debe cuidarse y tomarse la vida más saludablemente. Pero… resulta que Antoine lleva toda la vida preocupándose por su salud, por su familia y por sus amigos. Así que ahora va a hacer todo lo contrario. ¡Al menos sabrá lo que es vivir de verdad!
Calificación: 5,946.
Teaser de la Película
Ficha:
Título Original: Barbecue.
Director: Eric Lavaine.
Guionista: Hector Cabello Reyes, Eric Lavaine.
Intérpretes: Lambert Wilson, Franck Dubosc, Florence Foresti, Jérôme Commandeur, Lionel Abelanski, Guillaume de Tonquedec, Sophie Duez, Lysiane MeisValérie Crouzet, Lucas Lavaine, Corentin Lavaine, Stéphane De Groodt, Philippe Laudenbach, Julie Engelbrecht, Marc Fayet.
Productores: François Cornuau, Vincent Roget.
Fotografía: François Hernandez.
Música: Gregory Louis, Romain Tranchart.
Montaje: Vincent Zuffranieri.
Diseño de Producción: Sandrine Jarron.
Diseño de Vestuario: Nadia Chmilewsky.
País: Francia.
Lugares de Rodaje:
Fechas de Rodaje:
Año: 2014.
Duración: 98 minutos.
Edad: No recomendada para menores de 7 años.
Género: Comedia.
Estreno: 25-07-2014.
DVD (Venta):
Distribuidora: A Contracorriente Films, S. L.
WEB Oficial: Web Oficial de la película en España, Sitio Oficial.
Espectadores: 0.
Recaudación: 0 €.
Visitas: 0.
Crítica:
30-07-2014 – JOSU EGUREN
Brindis por la hipocresía
“Barbacoa de amigos”, del realizador francés Eric Lavaine, pertenece a ese subgénero de la comedia burguesa en la que un grupo de amigos, pasados de fecha, se reúne entorno a una mesa para comentar, masticar y brindar por la rutina. En cierta forma, es el tipo de película en la que se establece un pacto tácito con el espectador, que conoce de antemano cómo y dónde empleará el guion todas sus cartas, trato que acepta con la triste condición de obtener a cambio el billete para una escapada provenzal, de tono amable, ritmo reposado y escenas animadas por una serie de simpáticos desencuentros agudizados por el vapor etílico.
Sorprenderse de su autocomplacencia sería descabellado, pero no deja de molestar la desvergüenza con la que Lavaine hace un canto tan sonrojante a la hipocresía burguesa, que en su exageración arrastra una dosis involuntaria de autocrítica. Más complejo es reconocerse en su galería de personajes, aún cuando Lavaine establece una conexión con el vulgo mediante un personaje simplón, que representa a la clase media de raíces proletarias.
Pero una vez atrapados por su ritmo tedioso y el desfile de usos y costumbres gastronómicos, es posible que algunos espectadores pasen por alto que las subtramas que mantienen viva a la película consisten en un juego de dobles y triples infidelidades, emparejado con el drama que surge a raíz de un frustrado pelotazo urbanístico. Fiando todo su potencial cómico a la baza de los desencuentros protagonizados por la expareja que forman Franck Dubosc y Florence Foresti (la única voz que ilumina las penumbras de la película), Lavaine deja vía libre para que Lambert Wilson presuma de un encanto a prueba de errores por el que todos brindan en un ágape final, que a su vez sirve como exultante celebración del triunfo de la economía especulativa.