Bárbara Hutton nació en Nueva York en 1912. Era nieta del magnate de los almacenes Woolworth, Frank Winfield Woolworth, un inmigrante inglés que llegó a Nueva York en 1900 y amasó una increíble fortuna.
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Bárbara Hutton, la infeliz heredera
La vida de Bárbara estaría marcada por la tragedia. Con solo 4 años fue testigo del suicido de su madre, a la que encontró muerta en una habitación de hotel. Fue así cuando Bárbara se convirtió en un personaje de leyenda, siempre bajo la atenta mirada de la prensa rosa. Con cinco años Bárbara tuvo que irse a vivir con sus abuelos a la mansión que poseían en Winfield Hall, Long Island. Con la muerte de sus abuelos y la despreocupación de su padre – siempre pendiente de la bebida y las mujeres- Bárbara heredó una inmensa fortuna.
En 1924 ésta ascendía a los 28 millones de dólares. Comenzaba así un largo viaje por diferentes colegios y casas de familiares donde Bárbara únicamente se sentía sola. Sus compañeras la tenían miedo por su inmensa fortuna. La única amiga de verdad que tuvo fue su doncella Ticki.
Compañía a cualquier precio
Cuando cumplió 21 años, Bárbara conoció a un príncipe georgiano, Alexis Mdivani, que por aquel entonces estaba comprometido con su amiga, Louis Astor Van Alen. Sin embargo la atracción que ambos sentían el uno por el otro consiguió que en 1932 el príncipe se divorciara. En abril del año siguiente ambos se casaron y recorrieron el mundo gastando ostentosas sumas de dinero.
En el vigésimo segundo cumpleaños de la heredera ésta conoce a un conde- Court Haugwitz-Reventlow- con el que se casaría en 1935. De este matrimonio nacería el único hijo de Bárbara, Lance.
La multimillonaria decidió viajar a California donde conoció a Gary Grant. La pareja se casó en 1942, pero éste matrimonio solo duraría dos años. La presión de la prensa y las vidas tan distintas que llevaban (él actor y ella únicamente estaba empeñada en gastar dinero) provocó el trágico desenlace.
En 1948 se casó de nuevo con otro príncipe, Igor Troubetzkoy. La mala salud de Bárbara- sufrió varias operaciones de riñón y de un tumor en los ovarios- empeoraron su matrimonio.
Su quinto marido fue un playboy dominicano, Porfirio Rubirosa, quien se aprovechó sin ningún escrúpulo de la fortuna de su esposa. El matrimonio no duró ni un año y ya Bárbara estaba en busca de su sexto matrimonio: Gottfried Kurt Freiherr, un amigo desde hacía años.
En 1959 se divorció y regresó a Marruecos donde conocería a su séptimo y último marido: Pierre Raymond Doan un químico vietnamita casado y con hijos. De nuevo el matrimonio duró bastante poco.
El fin de una herencia
El golpe más duro que tuvo que vivir la Hutton fue la muerte de su único hijo, Lance, en 1972, tras sufrir un accidente en una avioneta. Esto la sumió en una fuerte depresión de la que nunca se recuperaría.
El 11 de mayo de 1979 moría en un hospital de Beverly Hills por un ataque al corazón. A su entierro asistieron una decena de personajes. Moría así una persona que lo tenia todo pero que en realidad no tenía nada.
Autor: Lucía Luengo para revistadehistoria.es
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Fuentes:
Morató, C. (2011) Divas rebeldes. Random House.
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