El grupo terrorista Boko Hakam ha desatado la peor de las barbaries, la del Islam radical, en el noreste de Nigeria, en el cruce de fronteras entre Nigeria, Níger, Chad y Camerún.
En una zona con dos países, Nigeria y Níger, donde el Islam es muy mayoritario, un país cristiano, Camerún, con una minoría musulmana al norte, justo en la zona donde operan los salvajes, y otro con mayoría musulmana, Chad, pero con una importante minoría cristiana, llevan causadas más de 4.000 muertes desde el 2009, siendo sus últimas acciones el rapto de cerca de 280 niñas, la destrucción de una aldea y el asesinato de sus 300 habitantes.
El rapto de las niñas y la declaración de Boko Haram que las iban a vender como esclavas han provocado un gran escándalo, perfectamente inútil, en todo el mundo.
El que un montón de famosos, incluyendo la Sra. de Obama, y millones de personas anónimas, se fotografíen con un letrero que exige devolver a las niñas, no solo es inútil, sino que, con más o menos exactitud, es lo que pretendían los salvajes al raptarlas.
Como siempre los medios de comunicación se dejan utilizar por salvajes de todo tipo, frente a lo que poca cosa pueden hacer las redes sociales y los propios periodistas, pero al mismo tiempo estos informan, o más bien desinforman, con muy poca profesionalidad, sobre el problema e ignoran datos básicos para entender las razones del asunto, en la gran mayoría de los casos por ignorancia del tema, pero algunos con la clara intención de ocultar la realidad.
Como siempre que se trata del Islam he leído y oído muchas tergiversaciones y desinformaciones, algunas con la clara intención de enmascarar la verdad, como cuando informan que la intención de Boko Haram es vender a las niñas cristianas para que contraigan matrimonio con musulmanes, intentando ocultar el hecho que el Corán, aplicado al pie de la letra por el Islam radical, acepta y recomienda la esclavitud, siempre que se practique solo con infieles. Una de las peores tergiversaciones venía a decir que las salvajadas de Boko Haram se justificaban por la brutal represión que habían sufrido por parte de las fuerzas del orden de los países donde operan. Esta es la típica opinión buenista que justifica a los delincuentes porque la policía los persigue sin ponerse guantes blancos y pedir las cosas por favor. Que la forma caótica, desorganizada y prepotente con que operan las fuerzas del orden de algunos países africanos frecuentemente desemboca en brutalidad y abusos es indudable, pero si esto justificase asesinar a inocentes la población del continente africano se reduciría a la mitad en pocos años.
En Septiembre pasado, con ocasión de otro golpe sonado, el asalto a un centro comercial en Nairobi por parte de Al Shabab, los homólogos de Boko Haram en el este de Africa, procuré enterarme de quienes eran y de donde salían, porque me extrañaba la existencia de grupos radicales y fundamentalistas en el Islam del Africa negra que es más bien de normas muy relajadas. Su líder actual es Abubakar Shekau, que sucedió a Mohamed Yussuf en 2009 después que la policía nigeriana atacase su base y matase a Yussuf y a un millar de salvajes, que desde entonces Shekau pretende vengar matando inocentes y secuestrando niñas.
Al leer la información di con la clave que es el origen, la razón y el gatillo que ha disparado toda esta salvaje barbarie y a la que curiosamente y una vez más, y que yo sepa, ni un solo periodista se refiere. Tanto Yussuf como Shekau son de origen desconocido y fueron recogidos por un imán musulmán que después de iniciarlos en las normas básicas del Islam radical los hizo ingresar en lo que los periódicos eufemísticamente califican de Escuela de Estudios Islámicos, en realidad una Madraza radical. Los líderes y muchos de los miembros de Al Shabab y de la misma Boko Haram también fueron “educados” en una Madraza islámica radical.
Las madrazas radicales son escuelas que, en configuración que puede variar, acogen a niños de entre 8 ó 10 años hasta aproximadamente los 16, normalmente en régimen de internado o bajo tutela externa, que se pasan el día aprendiéndose el Corán y las Sunnah y Hadith, los escritos marginales del Corán, pero el aprendizaje consiste en sabérselos de memoria tanto en Arabe como en la lengua propia hasta alcanzar un dominio absoluto de las Escrituras Sagradas, del derecho y del revés. En la mayor parte de madrazas el método de aprendizaje es brutal, con duros castigos corporales que en ocasiones han llegado a provocar la muerte o la incapacidad de algún alumno, que por supuesto se oculta al mundo exterior. El dominio del Corán se complementa con la educación en otros temas como matemáticas, lengua o ciencia pero solo a nivel de lo más mínimo e indispensable. El conjunto constituye un tremendo y profundo lavado de cerebro para una vez vacio llenarlo de normas medievales, el Corán y muerte al infiel. Cuando el alumno termina su aprendizaje la Madraza decide cual va a ser su papel en el Islam, que pueden ser varios desde clérigo a terrorista. Es evidente que las madrazas no buscan y se alimentan de la inteligencia, sino que es más bien su enemiga, por eso en la selección, tanto de los niños que ingresan como de su función futura en el Islam radical, los rasgos de inteligencia son rechazados, se valora la listeza vacía de inteligencia y de capacidad de raciocinio, la ignorancia de todo lo que no sea el Islam y sus objetivos, la habilidad con todo tipo de armas y los cerebros maleables y fáciles de controlar una vez los hacen suyos. Aunque algunas madrazas puede que escapen a esta definición, probablemente se trata de las escuelas más siniestras del mundo.
Hay madrazas en todo el mundo. Las hay en Catalunya, en España y en Europa, algunas subvencionadas con fondos públicos de los mismos sistemas que las madrazas quieren destruir. Gracias a la labor del mayor y más absurdo buenista que ha existido jamás, Rowan Williams, el 104 Arzobispo de Canterbury, afortunadamente ya retirado, en el Reino Unido el gobierno financiaba todas las Madrazas de las Islas hasta que se descubrió que el jefe y organizador de los asesinos suicidas del ataque terrorista en el metro de Londres de Julio 2005 había salido de una Madraza, y desde entonces, y aprovechando los recortes por la crisis, han ido cortando discretamente la financiación a la mayoría de ellas hasta subvencionar solo unas pocas más o menos civilizadas y sin implicación con el terrorismo.
Si realmente se quiere combatir esta barbarie lo que hace falta es menos fotos con letreritos y más combatir el foco de donde sale todo el problema: mezquitas con imanes radicales y madrazas, por supuesto cortando toda subvención pública a la barbarie y además controlando a fondo y muy de cerca lo que se hace y dice en ellas. Afortunadamente algo de esto se hace ya. En nuestro país se han dado ya varios casos de arrestos de terroristas potenciales y yihadistas gracias al control de alguna mezquita.
También se debería exigir a los musulmanes supuestamente moderados su implicación directa y sin reservas en la lucha contra el terrorismo islámico y que su actitud no se limite a cuatro líneas condenando los atentados, en demasiadas ocasiones seguidas de muchas más líneas condenando los insultos al Islam que los provocan. Siempre he pensado que el Islam moderado, si es que existe, tiene la llave que puede solucionar el problema del Islam radical, pero tienen que utilizarla, y por ahora están lejos de hacerlo,
Un grave problema es que no puede cortarse la fuente de financiación de esta diabólica red de barbarie porque, aunque enfrentados entre ellos, dicha fuente se encuentra en Irán y Arabia Saudita. Por esta, y por otras razones, es tan importante encontrar un recurso para dejar de depender del suministro de petróleo, porque mientras se lo sigamos comprando a ellos se van a gastar parte de lo que les pagamos en intentar acabar con nosotros.