Barbie lleva una vida feliz y rosa en Barbieland. Todos los días son estupendos y todas las noches son noches de chicas. Pero algo rompe la tranquilidad de Barbie, unos pensamientos sobre la muerte y la vida no tan de color de rosa. Pero cuando sus pies se convierten en planos, Barbie sabe que ha llegado el momento de enfrentarse a lo que le ocurre.
Mucho más divertida, reivindicativa y empoderada de lo que esperaba. Un alegato feminista con la muñeca Barbie como protagonista, casi lo contrario de lo que la muñeca ha simbolizado. A pesar de venderla de todos los colores y oficios posibles.
Greta Gerwig firma un guion inteligente lleno de referencias a las mujeres, empoderamiento y sororidad. Una apuesta inteligente y valiente que sabe reírse de sí misma y al mismo tiempo buscar la reflexión inteligente dentro del pop, el kitsch y el rosa. Y un gran ataque a Mattel y su cúpula llena de hombres, los que deciden sobre ella.
Margot Robbie y Ryan Gosling brillan junto al resto del reparto en sus interpretaciones. Estupendas, riéndose de sí mismos. Y funciona.
Un alegato feminista que puede confundir al patriarcado actual.