Revista Música
Teníamos la ‘X’ marcada en el calendario. Ya nada nos impedía esperar más la gran erupción. Y efectivamente, el volcán explotó. Su lava fue capaz de llevarse por delante cualquier experiencia anteriormente vivida, como reflejábamos en el artículo referente al previo del concierto. Es cierto, era fácil adivinarlo. Ya no nos sorprende que los ‘barbudos pucelanos‘ lo borden. Parece que nos hemos acostumbrado a sus clases magistrales de folk americano, cuntry rock y psicodelia cual hincha azulgrazana se acostumbra a los regates y goles de la pulga argentina. Pero como buenos aficionados y seguidores, queremos más y siempre vamos a tener sed de victorias… musicales. La noche del viernes en la céntrica sala madrileña Joy Eslava la conexión luso-española congregó aproximandamente a unos 500 fieles (hablando de boquilla) con ganas de escuchar buen folk, buen rock y mucho diverimento arriba y abajo de las tablas. La iniciativa Coca-Cola concerts club dentro de su ciclo de conciertosPOP&DANCE, nos daba la oportunidad de disfrutar de dos grandes de la música folk americana en la geografía ibérica. A Jigsaw y Arizona Baby. Pasadas las 20:00 h, según te adentrabas en la sala, compartías miradas, sonrisas y abrazos cómplices con muchas caras conocidas del ambiente vallisoletano independiente. Había ganas de ver en la ‘capi’, como desdenfundaban sus guitarras y percusión los barbudos de corazón amable, los cuales, nos había avisado que vendrían acompañados de sorpresas. La primera de ellas fue ver sobre el escenario a otro de los hijos predilectos de la escena independiente vallisoletana,Ángel Stanich. El cántabro nos mostro las ganas y el buen saber hacer de su trabajo Camino ácidoque pronto saldrá a la venta y que tan enamorados nos tiene con temas como ‘El Outsider’ o ‘Miss Trueno’. De sorpresas iba la noche si no hubiera sido porque a los compañeros de batalla, A Jigsaw no se les hubiera estropeado la fuegoneta de camino a Madrid. Este desafortunado incidente impidió que disfrutáramos de un dueto de bandas sobre el escenario del que seguramente, todavía nos estuviéramos limpiado la babilla. Pero no pudo ser. El trío encabezado por su cantante Joao Rui tuvo una actuación impecable. Un sonido muy elaborado a carga de una batería, una guitarra y un teclado junto con la tremenda voz rasgada y grave de Joao,que hacían retener de manera impasible la atención del público de la sala. Temas como ‘The strangest friend’nos transporta a la esencia su último trabajo Drunken Sailors & Happy Pirates.Profundo. Incluso la versión que hicieron del tema estrella de Arizona, ‘Shiralee‘ sonó tan diferente y relentizada que nos sorprendió a todos por el lavado de cara que la habían hecho. Llegaba la hora de Arizona Baby y eso se notaba en la pista central. Lo que sucedió después podemos representarlo con una frase muy futbolística… ’5 – 0 y Zamora de portero…’. Espectáculo musical, jolgorio, buen rollo y comunión continua con el público. El trío formado por Javi Vielba, Rubén Marrón y Guille Aragón (al que a posteriori se unión ALex Izquierdo a la guitarra) salieron al escenario para comerse Madrid y así nos lo hicieron notar de ‘pe a pa’.Comenzaron tocaron ‘Ouch!’ pero pronto regresaron a los temas de su último EP The truth, the whole truth and nothing but the truth (Subterfuge, 2012). ‘The end of the line’ o ‘The model’ (versión del tema Dash Modell del grupo Kraftwerk) aprovechaban su turno pero si he de quedarme con un momento musical, sin lugar a duda fue el duo de canciones que supuso el delirio del público con ‘If I could‘ y ‘Rock N Roll Mesiah’. Y sí. También se atrevieron a versionar una de las canciones de sus predecesores sobre el escenario recogíendoles el guante que habían lanzado. En esta ocasión, como bien apuntó Javi, ellos hiciero la labor contraria. Acelerar uno de los temas de A Jigsaw. El elegido fue ‘My name is Drake’ y el resultado fue muy enriquecedor. Avanzaba la noche y el concierto iba llegando a su fin. Momento de bises. Sonaba ‘The end’ de The Doors para introducir su tema ‘X’ed Out’ y llegaba el turno de ‘Shiralee’. Apoteosis en la sala. Y de postre, ‘The thruth’. En el plano personal, decir que Javi pues… estuvo como siempre. Muy dicharachero dando paso a sus frases lapidarias que nos quedan grabadas en la memoria como si de un evangelizador se tratara. Por otro lado, dicen que hay niños que nace con un pan debajo del brazo… pues yo estoy convencido de que al menos uno, además del pan, llegó con una guitarra también y su nombre es Rubén Marrón. Para saberlo, solo me hace falta mirarle a la cara para ver como la hace el amor cada vez que la coge. El señor Guille Aragón sigue su progresión meteórica abordo de la percusión y en esta ocasión, tenemos que darle la bienvenida al nuevo guitarra barbudo. El inconmensurable Alex Izquierdo. Un gran fichaje para poner la guinda a una banda que sigue enamorando al público por allá donde pasa. Y así acabó el concierto. Con todos abrazados. Una noche cargada de grandes emociones y sensaciones. La lava de este gran volcán sigue corriendo amigos… más caliente y más violenta que nunca. Esa es la verdad y nada más que la verdad.
(Javo Morla Marzo, www.notedetengas.es)