Este fin de semana he estado en Barcelona, una ciudad en la que me encanta perderme en cualquier época del año.
Y es que Barcelona respira ese algo que tanto me gusta. Es una mezcla de ciudad moderna y tradicional a la vez, una ciudad que valora lo auténtico pero al mismo tiempo está abierta a las nuevas ideas y a la creatividad.
No en vano, muchas de las marcas de ilovepitita son de allí, marcas que saben conjugar esa fabulosa mezcla de originalidad y artesanía.
Pero volviendo a Barcelona, hay dos cosas fundamentales que hacen de esta ciudad un lugar especial: estar bañada por el Mediterráneo y su genial arquitectura. Estos dos aspectos le confieren un gran personalidad y belleza y le hacen ser diferente.
A esto tenemos que añadir una variada oferta cultural y de ocio -museos, galerías, shopping, gastronomía…- repartida por sus geniales barrios.
Me encanta pasear por El Borne. Este barrio es una mezcla de vanguardismo y tradición con delicioso sabor a mar. Preciosa su Basílica gótica Santa María del Mar, conocida por muchos como la catedral del mar.
Recorrer sus calles y sus variopintas tiendas con excelentes productos delicatessen es un placer.
Una de ellas es Demasié, una tienda de galletas y chocolates que, tal y como reza su eslogan, son ¡exageradamente buenas!
La familia Escursell, con una gran tradición chocolatera, ofrece en esta tienda una gran variedad de galletas y chocolates exquisitos. No os perdáis sus cubos salados y dulces con un packaging impecable, perfectos para tomar mientras seguís paseando por la ciudad, como el de galletas saladas de parmesano o el de galletas de chocolate negro y naranja.
El Barrio Gótico destila arte por los cuatro costados: galerías, museos, edificios… Sus preciosas calles contrastan con el edificio del MACBA (Museu d’Art Contemporani de Barcelona) diseñado por Richard Meier.
En este barrio encontraréis un bar perfecto para un aperitivo y un vermú, La Pineda (Calle del Pi). Se trata de una pequeña charcutería abierta en 1930 que conserva ese aire de autenticidad de antaño.
Para terminar el recorrido por esta bella ciudad una vuelta por el Barrio de Gràcia y el Ensanche, el paraiso para los amantes del buen diseño.
No me canso de visitar La Pedrera cada vez que voy y de contemplar sus formas sinuosas.
Si tenéis ocasión no dejéis de visitar el Roca Bar del Hotel OMM (Rosselló 265).
La direccción gastronómica corre a cargo de los hermano Roca y es el sitio ideal al que acudir tanto de día como de noche. Bocadillos, tapas y platos del día.. acompañados de buenos caldos… en un espacio divertido y fresco.
Para rematar el día no hay nada mejor que tomarse un gin tonic en una una de sus fantásticas terrazas de las que hablé en un anterior post.
Lo sé, too many things too little time… pero para mí Barcelona es la ciudad perfecta para llenarme de energía en un solo fin de semana.