La segunda conferencia sobre decrecimiento económico se llevará a cabo en Barcelona, entre los días 26 y 29 de marzo, informan en Ecología blog.com. Back to basics, podría ser el lema. Para crecer no hay nada como decrecer, un concepto surgido en los años 70 y que viene a decir, de manera muy somera y simple, que nada es inagotable y que debemos plantearnos nuevos modelos de crecimiento decrecientes… ¿Parece extraño? Expliquémoslo con más detalle.
Deberíamos empezar hablando de la paradoja de Jevons (VER EXTENSO ARTÍCULO AQUÍ). El economista inglés descubrió en el siglo XIX que, de forma independiente a los avances en el desarrollo de calderas cada vez más modernas y eficientes, el consumo de carbón entre sus coetáneos no paraba de crecer. Ya entonces se observaba cómo el crecimiento humano y su desarrollo podrían ser contraproducentes para el desarrollo real, porque a mayor crecimiento, mayor era la demanda de recursos que no dejaban de ser finitos. Si se saca de contexto la imagen de las calderas de carbón, se podrían encontrar fácilmente numerosos ejemplos actuales y reales. Imaginemos -no hace falta mucha imaginación, ya está sucediendo- que los fabricantes de automóviles ofrecen coches más respetuosos con el medio ambiente, con precios mucho más asequibles. Esta medida podría ayudar a mejorar los niveles de CO2 en la atmósfera, pero también, al ofrecer más facilidades a la población para que disponga de su propio medio de locomoción independiente, puede disparar el uso de utilitarios en detrimento del transporte público. Lo que era una mejora, se transforma, por la paradoja de Jevons, en todo lo contrario.
Si hablamos de crecimiento económico, las estadísticas económicas son engañosas. En este artículo de 2008 que aparecía en la web del Banco Mundial se explicaba que “el alza en el precio mundial del trigo llegó a 181% durante el período de 36 meses que culminó en febrero de 2008, y el precio mundial de los alimentos en general aumentó en 83%”. Esto es fácilmente demostrable, lo que ya no se puede explicar con porcentajes es cómo el PIB puede subir y las condiciones de vida pueden bajar en zonas de extrema pobreza: ya se sabe que si un hombre come cuatro veces al día y otro ninguna, la media dice que ambos comen dos veces.
El decrecimiento, saltándonos las estadísticas, significaría un mayor control sobre la economía para que no aniquilase ni a la economía ni al medio ambiente. Si nuestro cuerpo fuera la Tierra, lo entenderíamos fácilmente. Poco alimento nos desnutre, mucho nos enferma, mejor nos ajustamos las calorías y regresamos a lo básico.