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Barcelona, noche de invierno. Credulidad romántica.

Publicado el 04 diciembre 2015 por Criticasen8mm @Criticasen8mm
Barcelona, noche de invierno. Credulidad romántica.Título original:
Barcelona nit d'hivern
Año:
2015
Fecha de estreno:
4 de Diciembre de 2015  
Duración:
95 min
País:
España
Director:
Dani de la Orden
Reparto:
Miki Esparbé, Àlex Monner, Bárbara Santa-Cruz, Alberto San Juan, Berto Romero, David Guapo, Àlex Maruny, Vicky Luengo, Alexandra Jiménez
Distribuidora:
Splendor Films 

Las producciones con una cantidad de personajes por encima de sus posibilidades suelen ir derrumbándose ante nuestros ojos cuando nos damos cuenta de que algunos de ellos son prescindibles. Pero a veces se consigue crear una red coherente entre todos ellos y, aunque algunos generen mayor interés que otros, no se produce un tropiezo en el intento de saltar entre múltiples tramas. El amor –concepto amplio donde los haya- es frecuentemente la resina que une cada hilo de esa telaraña, como hemos podido ver, con más o menos lucidez, en Love Actually o Historias de San Valentín. Y la producción nacional no iba a ser menos, ya que si se logra hacer mínimamente bien y de manera congruente este tipo de películas, el éxito –al menos emocional, porque el financiero queda más lejos- está asegurado. Hace dos años llegaba a los cines y ordenadores Barcelona, noche de verano, y dos primaveras después podemos disfrutar de su continuación, Barcelona, noche de invierno, que desarrolla la historia narrada por Dani de la Orden, trasladándola a la noche de Reyes con un estilo más depurado, pero con la misma temática y sentimiento protagonista.
Barcelona, noche de invierno. Credulidad romántica.
Los relatos románticos vuelven a entrelazarse en esta continuación, que recupera a algunos de sus personajes e introduce a otros nuevos. Como ya nos ha demostrado Richard Linklater, hacer avanzar una historia a lo largo de varias películas o incluso dejando pasar años en una sola permite un desarrollo de los personajes especial. Aquí no nos encontramos con una experiencia tan pasional como la de Jesse y Celine, pero sí que se logra reforzar las facetas ya mostradas de ciertos personajes, como el chulo, o –mucho mejor- introducir nuevos aspectos que enriquecen su carácter, como la pareja que pasa de enterarse de que va a tener un hijo a encontrarse con ese retoño entre los brazos e inmersos en una crisis. Al mismo tiempo, las nuevas tramas también buscan explorar la naturaleza del amor, su florecimiento, reavivación y derretimiento. Pero no todas estas nuevas historias captan la atención por igual, ya que la de Melchor, a pesar de ser una especie de hilo conductor sus acciones, no atrapa tanto como las ancianas homosexuales o los jóvenes que viven una noche espontánea de amor. Al repartir la carga de manera tan evidente, cuando una trama pierde fuelle se compensa con la ingeniosidad y emotividad de la siguiente, por lo que el resultado final volverá a cautivar a los que se enamoraron de Barcelona, noche de verano, y aquellos que no cayeron en su hechizo nocturno difícilmente sucumbirán en este segundo intento. Aunque el reparto coral sea una ventaja para poder tocar varios puntos de vista sin profundizar demasiado, y por tanto tener más posibilidades de equivocarse, también es un inconveniente porque actores soberbios no pueden desarrollar los personajes. Pero la habilidad de Alexandra Jiménez, Miki Esparbé, Àlex Monner y Berto Romero, entre otros, no necesita de más de unos minutos para hacerse patente. Ya que en un par de escenas logran remover más pensamientos que otras películas en su totalidad. Por lo que si algo hay que resaltar de Dani de la Orden es su capacidad para organizar esta noche navideña, mostrando amores evolucionados y nuevos, con situaciones en las que no resulta complicado identificarse. Además, teniendo seis balas es complicado no atinar con ninguna en el corazón del espectador.Barcelona, noche de invierno. Credulidad romántica. Barcelona, noche de invierno tiene el espíritu de su predecesora, con el baile entre el castellano y el catalán y una imagen más cuidada; un esquema similar, precedido de la fantástica introducción del director; la carga de comedia necesaria; y unos personajes que insuflan vitalidad. Lo suficiente como para hacerte querer pasar alguna noche más como esta por las calles barcelonesas, con cometas surcando el cielo o reyes magos escapándose de las cabalgatas.
7/10

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