El Dracma de Barkeno. Siglo III a.C.
Desaparecido del Gabinete Numismático de Cataluña en 1939.Se conserva otro ejemplar en el Museo Nacional de Dinamarca,… La región de los Ilergetes, la amurallada Subur (Sitges), el río Rubricatus (Llobregat) donde lindan los Layetanos y los Ilergetes ... Y luego la colonia Barcino Faventia, ciudad amurallada de ciudadanos romanos …de la Historia Natural de GAYO PLINIO SEGUNDO (PLINIO, EL VIEJO)
Siendo tan escasa la documentación anterior al siglo IX, los historiadores de los siglos XV al XIX, en busca de un pasado glorioso para Barcelona, interpretaron lo poco conocido de la antigua Barcino con no poca mitología.Desde mediados del siglo XIX, los historiadores se han enfrentado a la escasez de datos fiables. Pero las versiones “positivistas” más difundidas sobre la historia antigua de Barcelona, intentando explicar el pasado “tal como ocurrió en realidad” no han podido evitar grandes lagunas, una serie de paradojas e incluso notables contradicciones.Pese a la seriedad e intensidad del esfuerzo investigador del último siglo, las aportaciones de la arqueología a la Barcelona romana son todavía escasas. La espectacularidad de la Tarragona romana acentúa todavía más la modestia de los restos de Barcino. Y las excelentes publicaciones modernas, escuetamente, han evitado abordar temas centrales y aún pendientes de la historia antigua de la ciudad.Mientras tanto, muchos avances recientes, procedentes de los pacientes trabajos científicos de las últimas décadas son todavía poco conocidos, Hace ya muchos años, en tales inquietudes estuvo el origen de estas páginas. En ellas se intenta ahora recoger, ordenar y comentar las últimas aportaciones de muchos investigadores.En estas páginas, que tienen en común el estudio de la Barcelona Imperial y tardo-antigua, se aborda el pasado de la ciudad y de sus estructuras considerándolas como los elementos de un “sistema”, siguiendo lo publicado o lo directamente observable. Como siendo un conjunto coherente que era capaz de responder a las necesidades y la lógica de su momento.Antropológicamente, este es el punto de vista inevitable desde la tecnificada sociedad de los siglos XX y XXI.Barcelona es una ciudad singular.La gran mayoría de los enclaves romanos en la costa mediterránea española, no pocos en la costa catalana, son muy anteriores a Barcelona. Sobre el Mediterráneo los romanos fundan o colonizan mucho, al poco de la Segunda Guerra Púnica, en el apogeo de la Roma republicana, unos 200 años antes de la fundación de Barcino.Barcino aparece como una fundación tardía, ya de época Imperial, en esta área, que ya estaba romanizada desde siglos. Curiosamente se funda a muy escasos kilómetros de otra ciudad, ya entonces importante, la ciudad de Baetulo (Badalona) - también en la costa, muy anterior y que poseerá dimensiones comparables con Barcino.De esta forma, durante el siglo I a.C, Barcino queda insertada en el territorio agrícola ya colonizado y parcelado de Baetulo.Unos kilómetros más al norte, Iluro, hoy Mataró, es otra ciudad costera de gran antigüedad como lo es Subur (Sitges), de nuevo en la costa, unos kilómetros al sur.Ya que Barcino es fundada en la costa siempre ha sido razonable especular en que su puerto hubiese sido un motivo o factor importante en su fundación. Pero hasta hace muy poco, por la falta de datos, no se podía proponer que, durante el Imperio, la Barcino amurallada que conocemos pudiese disfrutar de un puerto natural especialmente relevante. Y solo recientemente se tienen indicios arqueológicos y documentales de una intensa actividad portuaria en su entorno.Habiendo otras antiguas ciudades costeras en las cercanías, la fundación de Barcino como puerto es aparentemente redundante. Y esto entra en conflicto con el pragmatismo con que Roma emprendía sus empresas.Como sugieren los más antiguos dibujos de la ciudad, -del siglo XVI , una playa desnuda, al pie de las murallas de Barcino, estaría completamente abierta al mar. Sin otra defensa, quedaría totalmente expuesta a lasdestructoras tormentas del levante. No sería en absoluto un puerto atractivo. ¿Existía realmente tal puerto natural hace ahora veinte siglos?Se conocían fondeaderos fluviales cercanos y más protegidos, a ambos lados de Montjüich, pero de profundidad muy escasa. Y cerca del mismo Baetulo se extendía el amplio estuario del Besós, pero también de poco calado.Por otro lado, el recinto amurallado, hoy visible, que rodeaba la ciudad romana, sobre el Mons Taber, nos sorprende por su escasa superficie (10 hectáreas). Así se ha interpretado por muchos, erróneamente , que Barcino era una ciudad con una población muy pequeña (2000 a 3000 habitantes intra-muros). Sin tener en cuenta que las dimensiones de su templo, del foro, de los acueductos, la riqueza en inscripciones epigráficas y de elementos escultóricos eran evidencia de una demografía (intra y extra-muros) ya importante para su época. Como sería de esperar en un puerto muy activo, en una de las pocas colonias de ciudadanos romanos en Hispania (hay cerca de dos docenas) y con un territorium muy poblado.Por otro lado, estas murallas son de una altura, grosor y solidez fuera de lo común. Entonces ¿Cómo pudo justificarse, financiarse y llevarse a cabo una obra defensiva de tal importancia si la población hubiese sido tan escasa?A principios del siglo I d.C Pomponio Mela nos habla de una ciudad humilde. Pero por otros sabemos que, en los siglos siguientes, Barcino era económicamente próspera. La Barcelona romana crece y se extiende durante otros 5 siglos. Abundaban las viviendas lujosas. Y los hallazgos de restos epigráficos y de esculturas son testigos del aumento de riqueza y de intensa actividad cívica.Salvo un gran templo, rodeado por un estanque, en el punto más alto del Mons Taber, no se le conocían a Barcino aquellos edificios monumentales, normales en otras ciudades romanas de Occidente.El estudio del templo de Barcino ha sido actualizado por Orengo y Cortés (2014). Era uno de los templos de mayores dimensiones en Hispania. Orengo y Cortés comentan del templo son otra indicación de una función de la colonia más allá que un simple uso colonial o residencial siendo entonces un centro de representación. Así, pese a la capitalidad de Tarraco, ya antes del siglo V d.C., Barcino también habría sido un centro socialmente importante. Como lo fue después.De este confuso escenario, ya en la Antigüedad Tardía, veremos emerger a Barcinona en los documentos de la España visigoda como una de las ciudades más significativas de Hispania. Aunque pese a estos documentos de la época, apenas hay huellas arqueológicas específicas de una población visigoda en Barcinona comparables con las del centro de Hispania.Entre estas paradojas estuvo el origen de estas páginas. Estos ensayos que se presentan relacionan las recientes adquisiciones arqueológicas y los estudios históricos de los investigadores más conocidos, con observaciones del autor. Entre las contribuciones más significativas al estudio de la Barcelona antigua, se intenta aportar algunas observaciones e interpretaciones, Este intento no hubiera sido posible sin el estímulo de diversos investigadores. Y de forma muy especial se deben agradecer las enseñanzas de los doctores Ph. Banks, J. Buxeda, J. Beltrán de Heredia, M.A. Cau, S. Claramunt, R. Járrega, C. Miró, A. Monterroso, A. Ravotto, G. Ripoll, J. Roca, I. Rodà de Llanza y F. Tuset.Se ha buscado obtener una visión del fenómeno histórico de Barcelona, libre de las paradojas y contradicciones más frecuentes. Se esboza así un escenario y un acontecer más conforme con el marco social, histórico, topográfico y geográfico de la ciudad y de Occidente , en su evolución desde el siglo I a. C. hasta el siglo X.
Investigando la historia antigua no es frecuente llegar a demostrar nada. Lo normal es exponer de forma verosímil y concordante indicios históricos y arqueológicos, nuevos y viejos. Que puedan ser útiles para nuevas singladuras. No se ha podido pretender otra cosa.
Silueta fosilizada en la trama urbana de Barcelona. Es una elipse geométrica perfecta. Solo puede corresponder a un anfiteatro de dimensiones comparables al de Nimes y Arles. Ver Pyrenae de Diciembre del 2013
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Figura IIII-1. Huellas fosilizadas de la planta del hipotético anfiteatro en la trama viaria de Barcelona. Fotografía de Google Earth. Con la silueta superpuesta de una elipse geométrica generada por ordenador. La iglesia de Santa Maria del Pi es claramente visible. La calle del Cardenal Casañas es el segmento A-A’ y el segmento B-B’ sigue la calle dels Cecs de la Boqueria y parte de la plaza de Sant Josep Oriol. A la derecha de la fotografía figura la posición del óvalo en relación con el recinto amurallado
Con este nuevo tramo, elíptico y simétrico con el anterior, ya no se pudo considerar al conjunto como una coincidencia trivial (fig. IIII-1).
©Luis Conde Moragues. Todos los derechos reservados.Barcelona, B-6416-09; B-3449-14Depósito legal: B 11865-2015
ISBN: 978-84-943862-1-3
Permiso del autor, palabras textuales.
Luis Conde Moragues.
Yo no tengo un interés económico sobre mis trabajos arqueológicos e históricos . Solo busco que mis hipótesis sobre nuestra ciudad lleven a acciones de las instituciones responsables. Adoro a esta ciudad. Puedes copiar y dar difusión a mis teorías. Más aún si puedes darles más audiencia. El problema es que si bien yo he recibido mucho soporte, y creo que la evidencia es muy fuerte, esta es poco tangible. Pero la silueta de la elipse esta allá desde hace 1700 años. Y probablemente estará muchos años más pidiendo una explicación.
Lo mejor es que las ideas (que critico) que se publican sobre la Barcelona romana no son creíbles ni se pueden soportar científicamente. Pero Barcino es un gran negocio para muchos profesionales. Para estos, tu amigo es en realidad un estorbo, o peor aún un aficionado.