Revista Libros

Barnes. El ruido del tiempo

Publicado el 03 octubre 2016 por Jcercas

barnesEl último libro de Barnes, valioso como casi todo lo suyo, trata de las relaciones entre arte y poder, y lo hace a través de la figura del compositor ruso Shostakovich, uno de los músicos más importantes del S. XX.

Precoz artísticamente, enfrentado a su madre desde pequeño, neurótico, indeciso y de voluntad débil, pronto chocó con las exigencias del poder. Debía escribir música clara y realista. Lenin había decretado que el arte pertenecía al pueblo. Nada de arte por el arte sino arte para las masas. Una música que guste a las masas, no el formalismo burgués que se dirige a élites cosmopolitas. En Rusia sólo había dos tipos de compositores, los que estaban vivos y asustados y los que estaban muertos. Shostakovich optó por los primeros. Traicionó a Stravinsky en su viaje a América. El peor momento de su vida. La última cobardía fue afiliarse al partido. Un hombre está dispuesto a hacer cualquier cosa por salvarse a si mismo, sobre todo si eso significa salvar a los que más amas. Se decía.

Ser ruso era ser pesimista, ser soviético era ser optimista. El poder pensaba que si exterminaba a alguna parte suficiente de la población e imponía al resto una dieta de propaganda y terror brotaría el optimismo. La progresión natural de la vida humana va del optimismo al pesimismo, y un sentido de la ironía ayuda a atenuar el pesimismo, ayuda a producir equilibrio, armonía.

El libro resulta mitad indignante, si miramos a las autoridades soviéticas, mitad patético, cuando nos fijamos en el pusilánime compositor. Aunque es fácil juzgar desde fuera.


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