Revista Libros

Baroja, siempre

Publicado el 01 agosto 2014 por Anarod
Este verano, plagado de dudas, me he traído a un clásico: Pío Baroja.
Por cuestiones académicas, me sentí obligada a releer a Valle-Inclán, lo que agradecí, pero entoneces la nostalgia...
Quizás también nostalgia de mi hijo mayor, que anda por las costas donostarrias...
BAROJA, SIEMPRE
El caso es que me he traído el tomo aventurero de Baroja, la tetralología "El mar", que comprende Las inquietudes de Shanti Andía, El laberinto de las sirenas, Los pilotos de altura y La estrella del capitán Chimista.

He gozado hasta la extenuación (porque hay que retroceder a aquellos tiempos, cuando...).
He gozado del Baroja libre y desinhibido, capaz de describir expeditivamente a un tipo en plan "era mala persona. Era mala persona y tenía un aire amable y servicial".
O bien, a propósito de unos indígenas: "Estos gibososo negros, especie de polichinelas cómicos, tenían la joroba pintada de blanco y llevaban una campanilla de plata en el pecho".. Como  el negro Demóstenes, "un negrazo gigantesco, tatuado, fuerte como un cabestrante".
Sin olvidar a los capitanes vascos que acaban pareciéndole lord Byrons de taberna.
BAROJA, SIEMPRE
Pero voy leyendo y me divierto más allá de la aventura, cuando leo, en el último título del volumen, algo que nos suena:
Charlamos largo tiempo de la manera de ganar y de los mil chanchullos que hacían los comerciantes de La Habana, solos o con la complicidad de los empleados del Gobierno.
-Los grandes, lo que quieren; los pequeños, lo que pueden -aseguró Chimista.
¿Os suena?
Podría seguir citand a Baroja ... quien desde hace un siglo... acertó
¿O no?
El español, y, en general, el latino, pude ver en seguida el medio social quecrea. La ley no alcanza más que a hongos y todo se hace por recomendación, por habilidad por iy nfluencias  .
(Pío Baroja: Capítulo 1º de "La estrelladel Capitán Chimista")

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