Barranquismo cerca de Madrid
El sábado pasado hicimos barranquismo con una familia que vive en Madrid desde hace poco tiempo y quería probar experiencias al aire libre.
La salida la organizó el padre: José también como yo. Y le gusta también mucho la montaña. Nos íbamos a llevar bien seguro……. Como venía con su mujer y sus 3 niñas. Elegimos el plan más adecuado. El barranco de Portilla por la mañana y el descenso del Río Júcar por la tarde, en la zona conocida como el “Ventano del Diablo” que están a pocos kilómetros el uno del otro.
Barranquismo para todos los públicos
Para las chicas parece que era la primera experiencia de barranquismo, pero según fuimos subiendo desde el coche hasta la cabecera del barranco, descubrimos quien era en realidad José: Tiene el proyecto personal que incluye subir los picos más altos de todos los continentes y por ahora lo lleva bien. Ya ha hecho un par de ochomiles: el Lhotse y el Everest.
Mi primera sensación con este tipo de personas suele ser: ¿Y yo que le enseño a un montañero así? Podría limitarme a guiar a su familia y dejarle libertad para que disfrute del barranco a su aire….. Pero a mí me gusta que todo el mundo se lleve algo en nuestras salidas, incluido yo.
Además de por su historial, por su forma de hablar, se notaba que sabía (yo, de primeras, me creo al 99% lo que me dicen los participantes pero para creerme el 1% que queda y que hace que les dé más libertad, aplico el método de Santo Tomás). Le propuse que montase él el primer descuelgue.
Técnicas de barranquismo
Estuvimos charlando de las diferencias entre las técnicas de barranquismo y las del alpinismo. Por ejemplo, cuanto rapelas de un ancla, una estaca o de una seta de nieve, no es tan importante hacia que lado se pasa la cuerda, mientras que en barranquismo, eso marca la diferencia en como de fácil será de recuperar la cuerda, al terminar la bajada. También comentó que en alpinismo no se suelen poner los descuelgues tan alejados de las repisas, por lo que prácticamente estás en la vertical desde el minuto “0” y en el barranco de Portilla los primeros descuelgues están siempre sobre el vacío, a un lado de las repisas y hay que descolgarse con cuidado hasta quedar suspendido, verticalmente, bajo los anclajes. Practicamos montar y desmontar pasamanos en los anclajes previos a las reuniones, también utilizamos varias formas de asegurar a los participantes, su familia, con la cuerda auxiliar. Hablamos de las cuerdas que uso: Llevaba una Dana de Kordas para rapelar y la RANDO DRY violeta de Simond de 7.5mm para asegurar. También comentamos algo sobre los descensores: el usa el ATC de Black Diamond y nosotros en barranquismo los “8” para los clientes y personalmente la Oca o la Piraña.
Barranquismo con niños
Pero lo mejor del día, para mí, fue acompañar a su niña de 8 años. Bajamos juntos los 6 primeros rápeles colgados en “V” del mismo “8”. Ella bajo el 7º sola (pero asegurada con la cuerda morada), como una mayor y yo la descolgué en el rapel final.
La apoteosis fue cuando en el río Júcar, después de hacer un salto grandote para ella, José le dijo “ven con papá” y la niña dijo” No. ¡Me voy con Jose!” ¡CONMIGO!
¡Me llegó al alma!
¡Muchas gracias Familia por este Día!