Hoy en día se las empieza a conocer en España por la influencia de algunos países de Europa donde ya se usan pero la verdad es que las barras de azufre se emplean desde hace décadas en Latinoamérica (sobretodo en Argentina y Uruguay) como una terapia alternativa contra el dolor.
Se trata de simples barras de azufre hechas con este mineral al 100 por 100 de pureza y que tienen una forma alargada y cilíndrica que permite hacerlas rodar por cualquier parte del cuerpo. Ya se usaban en las civilizaciones más antiguas como elementos antirreumáticos y purificantes.
Usadas como parte de una medicina natural estas barras tienen la propiedad de absorber la electricidad estática que se acumula en el cuerpo del enfermo hasta llegar a romperse. Cuando esto ha sucedido es cuando se nota la mejoría en el cuerpo de los problemas leves que una persona puede sufrir, como contracturas, lumbalgias leves, dolores de cabeza…
El funcionamiento es sencillo: se hacen rodar en la zona inflamada presionando a la vez de forma suave tantas barritas como sean necesarias hasta que dejen de romperse. Entonces se habrá absorbido toda la electricidad estática presente en la zona con molestias y el dolor mejorará o incluso llegará a desaparecer de golpe.
Las barras de azufre para el dolor no tienen ningún efecto secundario. Tan solo hay que tener cuidado con no presionar demasiado fuerte la zona enferma ni hacerla rodar sobre heridas, erupciones o irritaciones.