Mientras todos los medios de comunicación se encargaron de darle más mística al equipo de Maradona, ninguno se percató de quienes viajaban con la delegación. O bien quicieron mirar para otro lado o bien no se dieron cuenta que más allá del plantel, el cuerpo técnico, el seleccionado sub 20 o los cocineros estaban los barras bravas.
Parece ser que solamente Gustavo Gravia es el encargado de denunciar semejante delito. Es que delicuentes, algunos hasta con procesos judiciales abiertos, viajaron a un mundial de fútbol. Una locura. Tal vez, lo más triste es que los jugadores conocen esta penosa realidad y no dicen nada. Ayer, en la despedida desde Ezeiza, el clima parecía de fiesta. Pero no era para tanto. A simple viste se notó quienes estaban de corazón y quienes estaban por la moneda y el pasaje. Nadie se quiso quedar afuera. Por eso, aquellos que matan y asesinan en un partido por el ascenso o por un campeonato, ahora están todos unidos por una causa en común: Sudáfrica.23 son los jugadores, 22 los sparrings y 22 son también el ejercito de barras que llevó AFA. Así lo reflejó Gravia en su columna de Olé. "Entre los que viajaron junto a la delegación estaba Ariel Pugliese. ¿Quién es? Capo de la fracción Los Perales de la barra de Chicago, fue investigado por el crimen de Marcelo Cejas, el hincha de Tigre asesinado el 25/6/07 en el partido por la Promoción que mandó al Torito a la BN y que ha participado en innumerables hechos de violencia en el fútbol (fue baleado el 25/10/08 tras un partido con Sarmiento de Junín) y en la política, ya que desde su militancia K participó en la toma del Hospital Francés en octubre de 2006 y está contratado por el Indec desde que el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, se hizo cargo del organismo. El Gusano ya había sido custodio de Messi el año pasado.", escribió el periodista.
¿Hasta cuando? Se pregunta la mayoría de la gente que siente el fútbol como un divertimento como una pasión o como un verdadero cable a tierra. Maradona dijo alguna vez que la pelota no se mancha. Error. La pelota está salpicada hace rato. Cuestiones como esta o negociados entre dirigentes, jugadores y los mismos barras han ensuciado demasiado al balón. Una lástima. Un motivo más que nos aleja de los estadios.