Revista América Latina

Barzón

Por Mexinol
Sí, Barzón con B, no con G, ya que lo que vamos a analizar hoy nada tiene que ver con cierto juez y sus andanzas, antes de sacar conclusiones dejadme que os explique.
Ya he comentado en varias ocasiones que a mediados de los años 90 del siglo pasado, en México hubo una crisis acojonante, similar a la que estáis pasando en España, pero peor. De esas donde los que tienen pasta se inflan a mas pasta y los que andamos jodidos quedamos mas jodidos. A partir de ese evento catastrófico, en México se creo un movimiento al que llaman Barzón, cuya máxima o grito de guerra es "Debo, no niego, pago, no tengo" y que busca apoyar a las personas que tienen deudas con bancos y otras tribus que amablemente prestan su dinero, y es que, mexicano que no debe dinero, no es mexicano.
El asunto es que si de por sí las tasas de interés están de locos en este país (para los créditos, porque para guardar la marmaja en el banco están igual que en España), en esa época de crisis superaban los tres dígitos, imagínate pagar una tasa de interés por el crédito del coche de mas del 100%, pues eso. A raíz de ahí mucha gente que tenía créditos hipotecarios y de coches no pudieron pagar las mensualidades de sus créditos y terminaron embargados y marcados en el buró de crédito para toda su vida. Ahora, el punto que yo quería tratar es, sobre lo qué pasa en México si debes pasta y no tienes para pagar, como está pasándole a mucha gente en España en fechas actuales.
Todo depende del tipo de crédito que sea el que debas, el trato es diferente, en este caso vamos a analizar cuatro tipos de crédito, el hipotecario, el del coche, el de una tienda departamental (algo así como el corte inglés) y el de una tarjeta de crédito o de tipo personal.
Crédito hijoputecario: Eso de estrenar casa que bonito es, sueños, ilusiones, planes para amueblarla, colores para las paredes, alicatar el baño... pagos, intereses, seguros, impuestos, etc. Al principio vas pagando con mucha ilusión, pero de repente te quedas sin currelo y ya no puedes con la hipoteca; o comes o pagas. Lo mas recomendable es acercarse al banco y renegociar la deuda, a ver si como ya debes menos que al principio, igual y te dejan hacerlo mas pequeño pero mas largo... hablo de hacer mas pequeño el pago y mas largo el crédito malpensaos.
Si los del banco te dicen que no hay tu tía (que por lo general es lo que sucede), puedes intentar vender la casa y hacer un convenio con el banco para que con la venta liquides la deuda. También está la opción de traspasar la casa, que consiste en que alguien que sí pueda pagar las mensualidades, te da un monto por lo que ya llevas avanzado del crédito y él se quede con la casa y con la deuda, aunque en tiempos de crisis nadie tiene pasta y esta opción se suele dificultar un poco.
Como ves, opciones tienes varias, sin embargo hay gente que no toma ninguna de estas opciones y simplemente se quedan en la casa sin pagar ni un clavo, esperando a que los del juzgado vengan a sacarlos a patadas, cosa que puede tardar en algunos casos hasta 7 u 8 años (casos extremos que he conocido). En ese punto el banco se queda con la casa y tu ya no debes nada, pero pierdes todo lo que llevaras pagado hasta ese momento.
La tasa de interés aproximada por un crédito de estos anda alrededor del 10 al 18% anual, incluyendo impuestos, seguros y demás zarandajas.
Crédito automotriz (el del coche): Este caso es bastante similar al anterior, al comprar el coche la empresa que te otorga el crédito se queda con la factura del mismo, sin la cual no puedes vender el coche, El problema suele ser que los coches habitualmente se deprecian muy rápido, y a los pocos meses ya es mas la deuda que lo que vale el coche, sin embargo el caso es el mismo que con las casas, si no puedes pagar las cuotas, simplemente devuelves el coche y todos tan contentos, el monto pagado hasta ese momento se lo quedan ellos, tú no ves ni un clavo. En los coches las tasas de interés rondan entre el 14 y el 22% al año.
Tiendas departamentales: Hay tiendas que se dedican a venderte a crédito los muebles, ropa y otros artículos. Algunas se asocian con bancos para que este sea el que te preste la pasta, pero la mayoría te manejan un crédito directo. Una vez que no pagas, estas tiendas lo que buscan es recuperar el artículo que compraste, mismo que luego venden en una sección de la tienda, donde el que entra sabe que son artículos usados; igual que en los anteriores casos no verás nada de lo que ya lleves pagado por el artículo que compraste, pero la deuda se considera cancelada. En estos casos las tasas de interés fácilmente suelen rondar entre el 70 y el 100% anual.
Tarjetas de crédito: o créditos personales, estos son los mas difíciles de recuperar por el prestamista, ya que no hay algo que pueda recuperar, ya que con él compraste distintas cosas o pagaste restaurantes y demás, así que simplemente te presionan para que pagues. Las tarjetas suelen tener tasas de interés que van del 25 al 70%, dependiendo de la tarjeta que contrates y beneficios que pueda tener.
Ahora, ya vimos los tipos de crédito y las posibilidades de pago, pero, ¡Que pasa si no pagas!, lo que comenté hace ya un tiempo con eso de compre ahora y escóndase después.
Para que veáis que soy dedicado a este rincón, y que a pesar de que muchas cosas os las comento de oídas, hay otras que si las investigo en primera persona, así que para poder hacer este comentario, realicé una profunda investigación que me tomó algo mas de dos años. Esta investigación consistió en dejar de de pagar una tarjeta de crédito, pero insisto, todo fue con planes investigativos ¡Eh!; no es que haya pasado por un terrible bache financiero, teniendo que tirar de tarjeta, endeudándome hasta las cejas, y terminando sin poder pagar, ¡Nooo para nadaaa!.
A la semana de que se vence el pago de tu crédito (cualquiera que este sea) los del banco (o quien te haya prestado) empiezan a llamarte por teléfono para recordarte de manera amable que al parecer por algún descuido u olvido de tu parte no pagaste la mensualidad de tu adeudo y te invitan a realizarlo. Una semana después te vuelven a llamar, y siguen haciéndolo semana a semana durante un par de meses, mientras los intereses del crédito siguen subiendo como la espuma, porque a ellos se cargan costas por demora, comisiones y chorradas varias que vienen en la letra pequeña del contraro que no lee mas que el que las escribe.
Al pasar los dos meses, como que les queda claro que eso de olvido no tiene nada, sino que simplemente no has pagado porque no te ha salido de los cojones... o porque no has tenido pasta, aunque parece que los del banco asumen mas bien lo primero.
A partir de ahí empieza el acoso no sexual, con unas tres llamadas diarias para pedirte que pagues, a veces de buenas maneras, a veces de malas. Nunca te insultan directamente, pero te salen con que a ver si no puedes pedir prestado a alguien para cubrir tu adeudo, con que si sabías que no ibas a pagar porque sacaste ese préstamo, que si porque no vendes los calzones para pagar. A veces son mas agresivos diciéndote que a ver si no te da vergüenza el tener ese adeudo (a mi si me daba vergüenza, pero me la aguantaba en aras de esta investigación). Lo que sí ten por seguro que para este instante ya estás apuntado en el buró de crédito como persona non grata, así que ni se te ocurra ir a pedir un crédito a ningún lado porque no te lo van a dar.
Cuando tú pides un crédito, suelen pedirte referencias personales, esto es dos o tres personas que te conozcan con sus teléfonos, así que en este punto empiezan a llamar a esas referencias para comentarles que tú tienes un adeudo de equis cantidad, que te pasen el dato de que no has pagado y que a ver si pagas (a mi me han llamado para comentármelo sobre otras personas, y se que a otras personas les llamaron sobre mi deuda).
Este acoso de tres llamadas diarias, de lunes a domingo, dura mas o menos un año a año y medio, hasta hace unos años por lo visto andaban llamando hasta en la madrugada, afortunadamente hace unos años emitieron una ley que impedía llamar entre las 11 de la noche y las 7 de la mañana, así que si recibes una llamada el sábado a las 7 y cinco de la mañana, ya sabes que son los del banco dando por saco. Como ya te sabes la táctica, lo mejor para evitar el acosos es conseguir adivinar que quien llama es del banco, y antes de decir que tú eres la persona que buscan, decirles que te esperen un momento, que vas a buscarla, les dejas ahí pendientes y cuando se cansen ya colgarán.
Entre llamada y llamada los intereses no dejan de subir durante alrededor de un año, momento en el que la deuda llega a ser de un 50% mas alta de lo que era al momento en que tú dejaste de pagar. En ese punto como que los del banco dicen que eso ya es un sinsentido, así que te congelan los intereses. A partir de ahí la deuda la mandan a algún despacho de cobranza quien será el encargado de darte por saco por alrededor de otros seis meses, pero ya no es dos o tres veces al día sino que unas dos o tres veces por semana, reduciéndose la cantidad de llamadas con el tiempo.
Ocasionalmente te llegan a visitar en casa, lo único que hacen es llegar con una carta para informarte del adeudo que tienes, lo mejor es no firmar nada, para no meterse en problemas, aunque tampoco te lo suelen pedir.
Barzón
Ya que pasa año y medio a dos años, empiezan a llegarte cartas donde te ofrecen descuentos del 60% de la deuda (incluyendo intereses). Si no haces caso, los descuentos se van incrementando, hasta que al final te dicen que con pagar alrededor del 10% del adeudo que tenías cuando dejaron de cargarte los intereses, puedes salir del atolladero. Las llamadas son esporádicas, llegando a ser una o dos al mes, las cartas con la oferta del descuento siguen llegando a razón de dos o tres al mes, a veces son un tanto folclóricas, a veces un poco mas agresivas; eso sí, sin llegar al insulto. Recomiendo mucho leer la que os pongo en la imagen, es casi descojonante, aunque aclaro, no me la mandaron a mi, sino a un vecino que ya no vive en esa casa y de rebote llegó a mis manos (como decía al principio, mexicano que no debe...); al final en la fecha señalada no se presentó ni dios, pero para algunas personas puede ser impactante.
Estoy pensando todavía si pagar el adeudo o seguir dejando que manden cartas a ver que sucede, pero no creáis que es por mala fe o por no tener pasta, es ex-clu-sí-va-mente con afán in-ves-ti-ga-dor, para que conozcáis en detalle lo que sucede en estos casos, os mantendré informados.

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