Revista Gente

Bascuas.

Publicado el 05 junio 2013 por Moradadelbuho @moradadelbuho

  749     El diario de Bruno Fernández: Bascuas  

Entrada a Bascuas

Descubrir, degustar, descansar

Antes de nada, vamos a situaros donde se encuentra la playa de Bascuas…

Situada en el turístico ayuntamiento de Sanxenxo, esta playa ha crecido en importancia durante los últimos años, debido sobre todo a la mejora de sus accesos y a la preservación que ha tenido frente a las construcciones de ladrillo que inundan el municipio. La playa no es excesivamente grande, de unos 150 metros, y está rodeada por unos pequeños acantilados de gran importancia paisajística, justo enfrente de las Islas de Ons. Sus aguas suelen ser de oleaje moderado y su arena es blanca y fina. Es, sin duda, una de las mejores opciones y visitáis Galicia, debido al microclima que existe en esa zona y que garantiza temperaturas suaves en la mayor parte del año.

Se accede a través de la carretera PO-308 que llega desde Sanxenxo y Pontevedra y luego se toma un tramo de la Vía Rápida do Salnés hasta ver el indicativo de Bascuas.

Dicha playa dispone de servicio de limpieza, línea de autobuses cercana, hospital a 22 kilómetros, puerto deportivo a 4,5 kilómetros y 1 bar en sus inmediaciones, también cuenta con un parking gratuito.

Bueno, una vez descrito y el lugar, vamos a empezar con esta hoja de mi diario.

Siempre me dieron pudor ir a una playa nudista y, por otro lado, también me daba pánico encontrarme con un conocido y que me viera como Dios me trajo al mundo, por una cosa u otra no me atrevía a pisar una playa nudista.

Mis amigos y algunos compañeros de trabajo, todos los veranos siempre iban a playas nudistas de A Coruña y todos los años siempre me decían: "coño, si pillamos moreno, que sea moreno integral y no tener una franja color blanca", a lo cual les daba la razón.

Y claro, mi respuesta siempre era: "no tengo ganas o no me gusta que la peña vea mi 'cosa'", otro día voy.

Pero hace tres años me animé porque mi compañero de piso (del que hablaré pronto) iba a veranear a Sanxenxo porque estaba cansado de estar todo el año en A Coruña y para un mes que tenía de vacaciones no las iba pasar en A Coruña, por el cual siempre iba a ese idílico lugar.

También me había enterado de que mi compañero de blog había empezado a ir a un camping cerca de dicha playa, bueno, nos separaba una playa (la de Montalvo), pero antes de ir a la playa de Bascuas, íbamos a dicha playa a pasar la tarde.

Una tarde estando con Celso y mi compañero de piso en la playa de Montalvo, a mi colega de piso se le ocurrió la genial idea de ir a una playa nudista:
-- Que tal si mañana vamos a la playa nudista de Bascuas –. Dice mi compañero de piso.
-- Pues no es mala idea, además se está mucho mejor que aquí –. Dice Celso.
-- Buff, no sé, me da mucho palo –. Respondí.

Al final me convencieron para ir y quedamos al día siguiente a primera hora de la tarde, aunque mi compañero tenía un pisito alquilado cerca de la playa, pues nada, me animé y fuimos a esa playa.

Al día siguiente, serían sobre las cuatro de la tarde, quedamos con Celso en la entrada a la playa, que, por cierto, llegó 20 minutos tarde porque tuvo que dejar el coche un poco lejos.

Bueno tanto Pablo (mi compañero de piso) como Celso, nada más pisar la arena de la playa se despojaron del bañador, quedándose totalmente desnudos y yo me quedé con el bañador hasta que llegáramos a nuestro sitio y a media que íbamos avanzando me estaba empezando a poner colorado (de la vergüenza) y hasta que llegamos a un sitio donde pudiéramos estar tranquilos pues aún dudaba en quitarme el bañador.

-- No es por nada, pero aquí, como puedes comprobar, la gente va desnuda y el único bicho raro eres tú –. Me dice Pablo.
-- Cuanto más tardes en decidirte más te va costar, no te lo pienses hombre –. Me comenta Celso.

Una vez despojado del bañador me puse rápidamente boca abajo, mientras Pablo y Celso estaban dándose un remojo para sofocarse del calor, yo estaba mirando la playa y a la gente, más bien para ver que no era tan "grave" para estar desnudo y poco a poco me iba haciendo a la idea.

cuando nos fuimos de la playa me comenta Pablo: "ves, como no era tan difícil estar en una playa nudista".

Al cabo de unos días volvimos a dicha playa y ahí me paso una cosa que me quería morir, vamos una vergüenza enorme.

Habíamos quedado un sábado, cuando había mas gente y cuando estaba sentado y al ver a algunos chicos, mi "cosita" se empezó a animar, vamos, que se puso pinocho, me di la vuelta rápidamente esperando a que mi cosita se calmara.

Al cabo de unos minutos me dice Celso de ir a remojarnos porque se estaba asando:
-- Vete tú y Pablo, yo no tengo ganas (muerto de vergüenza) –.
-- ¿Y luego?, ¿pasa algo? –. Me dice Pablo.
-- Digamos que algo de mi cuerpo está "animado" y no quiero que la gente vea lo "animado" que estoy (enseñándole a Celso y Pablo el problema) –.

Los dos riéndose a carcajadas, empecé a tener más vergüenza que antes y lo único que deseaba era salir de la playa pitando.

-- A ver hombre, eso es lo más normal del mundo, además a 10 pasos de donde estamos está el agua y así tu "soldadito" se tranquiliza –. Me dice Celso.
-- ¿Y luego que piensas? ¿que nosotros no hemos pasado por lo mismo? –. Me pregunta Pablo.
-- Ya, pero no sé, que la gente mire y diga "que pervertido" –. Respondí.
-- La gente está a sus cosas, no creo que se fije en eso –.  Me dice Pablo.

Pues nada, me armé de valor y cabizbajo fui al agua lo más deprisa que pude, hasta que llegué al agua y de lo fría que estaba eso bajó enseguida.
-- Ves como no era tan grave, además la gente ni se dio cuenta –. Me dice Pablo.

Bueno, superado ese trance me tenía que hacer a la idea de que eso pasaba y que no pasaba nada.

Una experiencia más en la vida, y que en un principio lo que me daba vergüenza, después ya ni me preocupaba, ahora todos los años se convierte en una cita imprescindible.

Bruno Fernández | @BrunoFdz


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