Un
estudio del departamento de neurociencia de la Escuela
de Medicina de la Universidad Tufts en Boston, Massachusetts, Estados
Unidos, revelo cómo una proteína en el cerebro ayuda a regular el
consumo de alimentos y el peso corporal. Los resultados de la nueva
investigación revelan una posible vía, no tenida en cuenta hasta
ahora, para el tratamiento de la obesidad, y pueden ayudar a explicar
por qué fármacos que se prescriben para tratar la epilepsia y otros
trastornos, y de los que se sabe que interfieren con esta proteína,
pueden causar un aumento de peso en el paciente que se medica con
ellos. La
proteína, alfa2/delta-1, no había sido vinculada previamente a la
obesidad. Esta facilita
el trabajo de otra proteína, conocida como factor neurotrófico
derivado del cerebro (BDNF). La BDNF desempeña un papel fundamental
en la supresión del apetito, por un mecanismo fundamental que regula
los efectos inhibidores de la BDNF sobre la conducta de comer en
exceso. Se
sabe que los niveles bajos de BDNF en el cerebro conducen a comer en
exceso y a una gran obesidad, pero la proteína alfa2/delta-1 es
necesaria para la funcionamiento normal de la BDNF, lo que ofrece un
nuevo objetivo potencial para nuevos tratamientos de la obesidad. Los
investigadores descubrieron que los niveles bajos de BDNF estaban
asociados con una menor actividad de la alfa2/delta-1 en el
hipotálamo, una región del cerebro que es esencial para la
regulación del consumo de alimentos y del peso corporal. Cuando el
equipo inhibía la proteína alfa2/delta-1 en ratones normales, estos
comían más, y aumentaban de peso. Por el contrario, cuando el
equipo corregía la deficiencia de alfa2/delta-1 en ratones con
niveles reducidos de BDNF, se mitigaba el aumento de peso y la
conducta de comer en exceso. Además, se normalizaban los niveles de
azúcar en la sangre.