Bastante bien es suficiente

Este post no es un alarde a la mediocridad: es una llamada a vivir una vida con sentido, sean las que sean nuestras pasiones y objetivos.
Ésta reflexión surge a propósito de un post que leí recientemente en el blog de Leo Babauta, Zenhabits, donde comenta la sensación de fracaso que algunos tienen al observar la vida de otros en las redes sociales... 
Puedes verlo tu misma: en Instagram, en Facebook... Ves a tu blogger de cabecera, a tu gurú crafty, a tu escritora best-seller y piensas: ¡Qué vidas tan interesantes! Todos y todas ellos parecen tener una agenda tan bien organizada y completa, excitante y llena de objetivos cumplidos, creativos y guays. 
¿Hace falta que te explique el término postureo? Sí, es la práctica en la que sacas una foto fija de tu vida ideal en las redes... Está muy de moda. 
En un mundo paralelo, ironiza Babauta, todos estamos cumpliendo nuestros objetivos, viajamos alrededor del mundo, tenemos compañeros de fiestas, una pareja ideal, hijos preciosos y obedientes, carreras brillantes, mucho tiempo libre para disfrutar de nuestras pasiones, somos famosos y tenemos un cuerpo diez.  ¡Ah! Y  tenemos una casa  Pinterest, llena de luz donde todo está en su sitio, aunque la habiten 4 o 5 personas, tres de las cuales no pasan de los 7 años... 
Ése ser perfecto es, por supuesto, irreal: simplemente no existe. 
Así que hasta nuevo aviso y estudio sesudo que publique Science, ésta es la única vida que tenemos . Y hemos de disfrutarla tal y como es. Las fotos fijas, las vidas Pinterest, están muy bien como inspiración. Pero es así como las debemos tomar. No te tires piedras si hoy tu casa amaneció hecha un desastre y tu desayuno no puede competir con el hastag #desayunobonito en Instagram... 
Desde hace algún tiempo me aplico una máxima: Bastante Bien es suficiente. Creer en estas cuatro palabras me ha hecho descargar ansiedad y liberarme del perfeccionismo paralizador.  
No te sientas ya culpable porque esa preciosa lista de objetivos en tu preciosa agenda u organizador semanal no se cumplen, se procastinan por quién sabe qué motivos ocultos o no tanto... Haz las cosas que te motiven. Y hazlas bien, bastante bien. Eso es suficiente. 
Casi al tiempo en que pensaba este post me topé con una reflexión de Arancha Coca, la psicopedagoga que colabora en el programa televisivo Arucitys de 8TV. Decía que en relación a cumplir sueños y objetivos, existen dos grandes categorías de personas: los "maximizadores" y los "optimizadores".
MAXIMIZADORES:- No quieres algo bueno, quieres lo mejor.- Tardas mucho en decidirte y cuando lo haces siempre te queda ese regustito de que más adelante surgirá algo mejor.- No disfrutas plenamente del momento, incluso cuando consigues grandes éxitos.- No dejas de compararte con los demás.- Te exiges mucho.- No sueles cultivar amistades muy duraderas.- Abandonas el camino si éste se hace muy largo hacia tus objetivos.
OPTIMIZADORES:- Disfrutas de cada paso del camino hacia tus objetivos, no sólo del objetivo en sí.- Entre varias opciones, eliges la que es "bastante buena". Y dejas de preguntarte si "existirá algo mejor".- Sacas partido a tus recursos, sean éstos los que sean.- Tus amistades suelen ser duraderas.- Puede que no seas famoso, ni siquiera el alma de la fiesta. Y no te importa en absoluto.
¿En qué grupo te ves más reflejada? 
Yo trabajo cada día para que me admitan en el segundo... ;-) 
¡Feliz Semana!