El consumo se ha convertido en una de las actividades principales del ser humano. Este hecho, sobre todo, se ve reflejado en el mundo de la moda, donde el consumismo ha llegado a prácticamente sus límites. Tal es que, según el estudio Los españoles y su armario de AEG, el gasto estimado mensual por persona destinado a la moda supera los 90€, aunque hay el coste de las prendas sea cada vez menor.
A causa de estos altos niveles de consumo, la industria textil está en constante producción para satisfacer las necesidades de los consumidores. Pero lo más alarmante y preocupante es que la producción de la industria textil es una de las menos sostenibles y responsables medioambientalmente hablando, ya que como sigue afirmando el estudio mencionado anteriormente, “es la segunda más contaminante del planeta y la responsable del 20% de los tóxicos que se vierten en el agua”. Ya en el 2002 en la celebración de la Cumbre Mundial sobre Desarrollo Sostenible en Johanesburgo, el consumo y la producción actual se identificaron como las principales causas del deterioro ambiental.
Y es que, tal como afirma la Dirección General del Consumo del Gobierno de Aragón en su publicación Somos lo que vestimos, “en ocasiones, el contenido es menor que el continente”, es decir, “nuestro consumo genera cada vez más residuos, bien a través del producto en sí mismo, cuando nos deshacemos de él, como por su embalaje o empaquetado” y todo esto sumado a los residuos que ya se hayan creado en el proceso de producción del producto. Por lo tanto, los residuos están invadiendo a la población cada vez más y cada vez va quedando menos tiempo para ponerle solución a la salvación del planeta.
La moda artesanal, una de las soluciones imprescindibles
Por suerte, ya hay empresas que luchan contra la producción masiva y, con esto, también contra los altos niveles del consumismo. Este es el caso de Basté Designs, empresa diseñadora y elaboradora de bolsos hechos a mano de telas recopiladas de diferentes partes del mundo de máxima calidad y respetuosas con el medio ambiente. Una de las ramas de su filosofía es producir de la manera más responsable posible e implicarse en un consumo más sostenible.
Anna Basté, la fundadora y la directora de la empresa, cree que "son las pequeñas acciones realizadas por cada uno de nosotros las que al final cuentan para ayudar a nuestro planeta". Por un lado, defiende los productos elaborados a mano y, al ser posible, con residuos cero; con materias primas lo más sostenibles; de manera local; y, sobre todo, de forma ética de cara a los implicados en la producción.
Por otro lado, quiere concienciar a las amantes de la moda que antes de comprar un bolso o una pieza de ropa investiguen de donde procede y cómo se elabora, es decir que se impliquen en la compra. Así mismo, para poder ayudar a sus propias consumidoras, Basté Designs explica brevemente la historia de cada uno de los bolsos en su página web, donde menciona tanto la procedencia de sus materias primas (las telas) como el material del cual están elaborados.
El hecho de viajar por todo el mundo y poder comparar el consumismo y la producción de los países tercermundistas con los más desarrollados, le ha ayudado a la fundadora de Basté Designs a crear este proyecto tan interesante y un gesto tan importante para el mundo de la moda. Basté Designs no solo es la lucha contra el modelo fast fashion que ha invadido a la sociedad desde hace unas décadas, sino también un pequeño paso adelante hacia residuos cero elaborando los productos a mano y aprovechando cada trozo de la tela usada.
Sobre Basté Designs
Los bolsos de Basté Designs ofrecen unos diseños únicos, inspirados en distintas partes del mundo. Las telas se eligen en función de lo que el viaje transmite e inspira siempre teniendo en cuenta la cultura y tradición del país. Los b