El Batallón de Voluntarios Universitarios de la Real Universidad de Toledo fue una unidad militar creada a iniciativa de un conjunto de profesores de dicha universidad en agosto de 1808 tras el levantamiento del dos de mayo en Madrid contra la invasión napoleónica.
Historia
Después de la constitución de la Junta Suprema Central en Aranjuez en septiembre e iniciada la guerra de la independencia, la Universidad de Toledo se dirigió a la Junta Provincial ofreciendo sus servicios para crear un batallón, sin recibir respuesta.
El 14 de agosto, se estudió la propuesta de varios profesores, y el día 17 se aprobó el Plan del Cuerpo de Voluntarios de Honor de la Real Universidad de Toledo. La propuesta fue sometida directamente a la Junta Central Suprema que la aprobó de inmediato, con indicación de los fondos que la Universidad estaba dispuesta a aportar, junto con el Cabildo, para el sostén de la unidad.
Tres días después, se presenta el primer bosquejo de dicho Cuerpo. Se establece que sólo podrán formar parte de él aquellos que se presentasen voluntarios antes de que fueran obligados a servir bien por cupo en su respectivos pueblos o por cualesquiera otra circunstancia.
Se disponen de al menos 30.000 reales de vellón para hacer frente a los gastos y se establece el uniforme. Éste constará de:casaca larga del color natural de la lana, con vueltas, collarín y solapa terciopelo carmesí, vivos y forro blancos, ojal y botón plateados, calzón y chaleco blancos y botín negro.
La Junta Suprema Gubernativa del Reino aprobó la propuesta y comisionó el 1 de Noviembre a D. Bartolomé Obeso para la organización del Cuerpo.
El 3 de Diciembre, el Claustro, como consecuencia de todo lo anterior, dispone la creación del Batallón de línea Voluntarios de Honor de la Real Universidad de Toledo, compuesto de cuatro compañías de a 150 hombres, con los siguientes mandos:
Comandante: D. Antonio Pinel y Ceballos, Marqués de Ceballos.
Sargento Mayor: D. Bartolomé Obeso, con el grado de Teniente Coronel.
Capitán de Granaderos: D. Domingo Navarro y Reyes, Teniente del regimiento de Infantería de Córdoba y comisionado por la Junta Suprema para el arreglo de este Cuerpo.
Se nombró como Subteniente de Bandera a D. Antonio Molinero, sargento de la tercera División de Granaderos Provinciales, y Comisionado por la Junta para la instrucción del Batallón.
Se fijó un número de seiscientos hombres distribuidos en cuatro compañías, en las que el mando militar castrense fijaría los oficiales y suboficiales. Al batallón podían acceder cuantos alumnos y profesores quisieran voluntariamente.
Los alumnos gozarían de beneficios académicos que incluían aprobados el tiempo que debieran destinar a la Milicia Nacionaljunto al Batallón. Igualmente se estableció el vestuario, uniformidad y horario de entrenamiento. La unidad quedó confiada al Teniente Coronel Bartolomé Obeso, que representaba a la Junta Central.
Los acontecimientos de la guerra obligaron a la Junta Central a trasladarse al sur, camino de Sevilla. Después de pernoctar en Toledo el 1 de diciembre, el batallón de voluntarios fue designado como escolta hasta llegar a destino, cosa que ocurrió el 17 de diciembre. La unidad permaneció en la zona, combatiendo en los alrededores a lo largo de 1809.
Una vez acabada la guerra y tras la expulsión de los franceses, en la reunión del Claustro General celebrado el 4 de septiembre de 1815, se informa de lo acaecido en los años anteriores y las vicisitudes del citado Batallón.
Así sabemos que a dos de septiembre de 1808 se habían alistado más de 400 jóvenes, de los 600 previstos, que no se había completado el vestuario por falta de fondos y que la evacuación a Sevilla se realizó sin más armas que los sables y espadas que la Junta Central concedió como distinción a los individuos del Cuerpo.
Según se dice en la ya citada reunión del Claustro, en referencia a los individuos del Cuerpo “las preciosas cualidades que adornaban a estos individuos, al mismo tiempo que su miseria y desnudez” llamaron la atención del Coronel de Artillería D. Mariano Gil Bernabé, que propuso y obtuvo el 16 de Octubre de 1809, la constitución del Cuerpo en Academia
Trasladada la Junta a Cádiz, como resultado de la ofensiva francesa de 1810, este Batallón se empleó inicialmente en la construcción de las baterías de línea, posteriormente se le asignó la defensa del puente Zuazo, participó en la salida realizada para la destrucción de la Venta del Portazgo y después permaneció guarnicionando los puestos de La Carraca y Santi Pietri.
Por último, en abril de 1810, se constituyó definitivamente la Academia Militar, en base a alumnos de este Batallón. Es considerada precursora de la actual.
Además de nutrir de oficiales a diversas unidades combatientes, fue el embrión de la Academia Militar de Sevilla.
Entre sus miembros más destacados se encontró el que más tarde sería Regente de España durante la minoría de edad de Isabel IIy líder del Partido Progresista, Baldomero Espartero.
Fuentes: Wikipediahttp://losejercitosdelrey.es/1808-batallon-de-voluntarios-de-honor-de-la-universidad-de-toledo/
Revista Cultura y Ocio
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