- ¡Vaya! ¿Y qué te decía?
No hay que ser Mr. Bean para hacer reír. Introducir o crear un bathos es muy sencillo. Solo dos pasos.
1. Ilustra una escena seria, poética, dramática o hermosa.
2. Interrumpe esa escena con algo común, ordinario y poco poético. Ese será el toque de humor.
Vamos a la práctica con esta conversación extraída de la comedia radial Lo siento, lo leeré de nuevo.
MARY: John, una vez tuvimos algo que era puro, maravilloso y bueno. ¿Qué le ha pasado?
JOHN: Te lo gastaste todo.
Una pareja cuyo matrimonio está al borde del fracaso. Mary da forma al momento serio y dramático, hablando sobre el amor que sintieron el uno por el otro (es raro explicar algo obvio, pero bueno), pero como no lo especifica, su esposo John se encarga de darle vuelta a la torta y se refiere al dinero (de nuevo, no es que menosprecie tu capacidad de deducción). He ahí el bathos. Qué malo John.
Otros ejemplos:
1. José pasó los últimos momentos de su vida haciendo aquello que lo apasionaba: discutir con su esposa. 2. En la película Jurassic World hay una escena que encierra el bathos en su mayor expresión. Es bastante emotiva, Owen, el prota, va a perderse en la selva. Antes de partir se acerca a su amada Claire y le dice, casi romántico:
Owen: Si no regreso, solo quiero que recuerdes que... tú me hiciste venir aquí.
Algunas consideraciones
Hacer reír o incluir humor en nuestras historias no es tan sencillo como lo he querido demostrar en esta entrada, pero si a nuestro publico objetivo le cae bien la sátira o la comedia pura, el bathos es lo tuyo.
1. Debemos tener cuidado cuando insertamos bromas aquí y allá, no vayamos a romper el ritmo de una verdadera escena seria.
2. Se debe leer comedia y ver comedia para poder escribir comedia, pero sé precavido, el humor varía con el tiempo y lo que nos hace reír hoy en día puede ser muy diferente a lo que causaba furor en los ochenta.
3. De manera involuntaria podemos incluir bathos al escribir. Una segunda lectura nos ayudará a identificarlo y retirarlo si nuestro objetivo no era provocar una risa.
4. Normalmente, los momentos serios se separan de los graciosos. Cuando se combinan a través de bathos, el cambio repentino en el tono sorprende al público y aporta el toque cómico inesperado.
5. El objetivo no es desbancar a Benny Hill, es solo incluir un toque de humor suave que sirva como respiro en la historia.
Para terminar un par de vídeos que ilustran muy bien, desde mi punto de vista, un buen humor y un mal humor.
Humor bien usado. Esta es una escena de en Dónde está el policía o Agárralo como puedas, como se tituló en España. La intervención de Leslie Nielsen, o Frank, no tiene pierde. Las pelis de este actor son una fuente excelente de documentación y sirven para pasarla bien con los clásicos. Échale un ojo. Humor puro.
Humor mal usado. Las películas de Marvel han recibido muchas críticas por el mal uso del humor. Por alguna razón, los productores incluyen e incluyen escenas cómicas donde no creo que deberían ir.
Esta escena pertenece a la cinta Doctor Strange: Hechicero Supremo. Son trepidantes escenas de acción, con una música de fondo fantástica que te envuelve en la lucha entre el bien y el mal. Sin embargo, se ven empañadas por payasadas. Ni qué decir del momento final, cuando Stephen Strange está frente al espejo. Nos lo hacen ver como algo épico. El nacimiento de un héroe, el ascenso... Toma tu bathos mal usado. En tu cara, fanático de los superhéroes.
Bueno, espero que les haya gustado la entrada y que en sus vidas siempre haya una sonrisa, pero por favor, no sean como Marvel.
No quiero irme sin antes proponer un ejercicio. Dejaré en el aire una primera escena y ustedes la completarán con un bathos.
Era el fin de una vida. El descenso de un héroe que lo dio todo por su país. Ahora solo deseaba agradecer a Dios, suspirar, mirar por la ventana del tren, destapar una gaseosa...