Revista Cultura y Ocio
O el primer Batman que aguantaré para siempre.
Ciertas sagas cansan, ciertas adaptaciones de anime cansan, ciertos personajes; héroes o villanos cansan. A veces resulta mejor quedarse con el recuerdo del gozo y el gusto que estos pequeños sujetos y objetos nos causaron en su versión original. Tal es el caso de ciertos libros, ciertos Tarzanes o Supermanes. Uno se queda con el primer Rambo, con el primer Rocky, con el primer Hanibal o el primer agente 007. Otras veces ni siquiera el original convence.
Esto me solía suceder con Batman, un personaje que no lograba convencerme del todo. Su comic, sentó la monotonía de los pum, pan, tracks y demás golpes que erán puestos, en globos casi más grandes que el dibujo mismo del personaje, allá por esa belle epoque de mi infancia. Salvo ciertas apariciones de Batman junto a Acuamán, Linterna verde, la Mujer maravilla y el resto de personajes del salón de la justicia, el ricachon con doble identidad, amigazo de un adolecente que se disfrazaba con unos pocos retazos robados quizá del taller de su tía la costurera, no lograba convencerme. Los demás héroes eran quienes lo convertían en grande.
Así pasó en el cine. A no ser por Arnold, el musculoso, en su papel de Dr. frío o de la niña, mamasita Pfaiffer, el caballero nocturno de ciudad gótica no lograba asombrarme más de lo que ya he anotado.
Sin embargo llega este director, Nolan y cambia las cosas, de pronto es como si el resto de batman's no hubiesen existido, ni siquiera el del comic.
He visto la película varias veces y no dejo de sentir alegría, no dejo de sobresaltarme: la psicología no falla, el cuerpo no miente y las emociones dejan al descubierto cuando algo nos impacta realmente.
Pero por qué de pronto, después de tantas decepciones, alguien llega, le da por meterse con batman y lo convierte en un verdadero héroe?.
Comencemos a ensayar razones:
1. la película tiene un argumento veraz, ondula, se sumerge en lo más humano y en lo más fantástico manteniendo el equilibrio en lo sorprendente, giros de la historia lineal dados a través de los personajes y sus situaciones; ya no asistimos a la retrospectiva del miedo, a los bichos alados, al papá muerto, a los traumas de un niño huerfano que hereda una fortuna, aquí no hay cabida para esas perdidas de tiempo, el espectador es omnisciente de estos hechos o por lo menos debe sospecharlos y si ni siquiera los sospecha por lo menos los ignora felizmente o debe ignorarlos con alegría. La historia no se detiene en fijar detalles o diálogos conmovedores y románticos, es más, dos o tres besos y listo. Un argumento que rescata lo mejor de la técnica fílmica. Te contamos imágenes; vamos directo al grano aduciendo tu sagacidad para imaginarte los pozos. El final es el que defrauda un poco, se nota un esfuerzo por cortar con oro la pelí pero no.
2. El personaje batman, personificado nuevamente por Crhistian Bale toma un mejor aspecto, se le ve más maduro y más duro, más al estilo Boogie el aceitoso; este marcado comportamiento de humor negro y cara dura ya no se va al extremo de ese Steven Segal que uno termina odiando por lo requetefrío que es, no, esta vez Bale intenta recrear un batman humano con duras cicatrices y con ciertos dolores de cabeza, un batman que intrigantemente para su edad, parece ser muy sabio. Lo feo: el trajesito, a pesar de los arreglos, esta vez exageran la musculatura, el blinadaje, pero El batman se las arregla para no caerse con su traje de gala y lucirlo bien.
3. El jocker. una obra maestra, ya este muchacho, que en paz descanse, había logrado sosprenderme en El patriota, en la actuación del hijo rebelde de Mel Gibson, sin embargo aquí este joven se le va la mano, inmortaliza un villano. La película vale por ver a este personaje, uno no cree que detrás de, bueno detrás de...es que uno no se imagina, el Jocker aquí es un man real, a Ledger uno no lo ve, por ningún lado, quizás, en la entrevista, pero ni eso. Se murió cuando ya casi terminaba de darle vida entera a uno de los personajes del Dr Parnasus, murió en su cama, intoxicado por automedicarse. Eso es lo que sucede cuando uno dice, juemadre, esta paranoia no se me pasa, fumémonos otro porrito, quizá así se va un poquito. En el caso de Ledger fue la depresión y el insomnio y bueno, la cremallera mortal de oxicodona e hidrocodona junto a otros diazepamanes que se mandó. Una sobredosis y a saludar a san pedro. Pero el Jacker, Dios, cómo diablos le hizo. La pelí hay que verla sobre todo por esta actuación.
3. Fotografía, montaje, tiros, explosiones, persecusiones, todo con un amarillismo y rojismo al mejor estilo Tarantino o Scorssese.
4. Que decir del resto del elenco que mantuvo la tensión; desde el alcalde hasta el concejal medio odioso por lo elegante-galante que se muestra desde el inicio y que decir de los actores casi extras, como esos pobres ladronzuelos medio esquizofrénicos que van muriendo soprendidos entre si porque el Jacker les dijo que así era la cosa. Y de verdad, así era la cosa.
5. Atmosferas; vaya si se fajaron en este tema, impresionantes ambientes y escenas nunca antes vistas: me robo el banco de la mafia y me escapo en un bus escolar, la cámara me sigue como si quien me siguiera fuera un ave que va de paso, saco una bazuca de un camión que rueda a toda velocidad entre autopista y puentes y le mando un proyectil a lo que se mueva y que decir de la bomba humana de la cárcel, tratado especial patra los talibanes o la escena del lápiz enterrado en la frente a uno de los mafiosos y la quema de la plata, la pira hecha con dinero, ay dios, el Jocker esta frito.
Mejor dicho, si me preguntaran que quién fue el creador de Batman, diría que, nada mas y nada menos, que Crhisthoper Nolan o... ¿hay otro?
Para finalizar esta alcahuetería cineasta, si he de convivir el resto de mi vida con un recuerdo feliz de este comic, que sea por el Jocker de la pelicula. Vaya un brindis a la memoria de Ledger. Así que a verla, porque tienen que verla, pirateada u original, pero toca.