Revista Cultura y Ocio
Una vez ha descubierto que su amada y rival Thalia al Ghul está detrás de la organización criminal conocida como Leviathan, Bruce Wayne pone en marcha todos los recursos a su disposición para coordinar a las versiones internacionales de Batman en un ataque final que restaure el orden y del que puede que no todos salgan con vida.
La etapa de Grant Morrison al frente de Batman ha llegado a su fin. Muchas cosas han ocurrido desde que tomara las riendas de la colección principal del hombre murciélago en 2007, con la introducción del personaje de Damian. Poco a poco se fueron desplegando las tramas, con la presencia de fantasmas del pasado y del futuro, la aparente muerte de Bruce Wayne, el relevo por parte de Dick Grayson y Damian Wayne como los nuevos Batman y Robin, el regreso de Bruce y la puesta en marcha de la liga de luchadores contra el crimen internacionales. Justo en esta parte de etapa, al comienzo de Batman Inc., fue cuando las tramas comenzaron a diluirse, dejando paso a las rarezas que caracterizan al guionista escocés y difuminando la importancia de los personajes. Entonces llegó el temible relanzamiento de todo DC Cómics y el reinicio de la continuidad. Por suerte, los directivos de la editorial dieron a Morrison la oportunidad de poner un punto y final a su etapa escribiendo a Batman, que comenzó con el especial Leviathan Strikes. Una vez descubierta la identidad de su enemiga en las sombras, Batman y los suyos comenzaron a atar cabos que estaban sueltos desde la llegada de Morrison en el segundo volumen de Batman Inc., ya inmersos en los nuevos 52 de DC.
Aun estando dentro del reinicio editorial, Morrison respeta y mantiene la historia del caballero oscuro en los 13 números y el anual que ha durado este segundo volumen. Las piezas del gigantesco rompecabezas empiezan a encajar, personajes emblemáticos de la Batfamilia como Dick Grayson, James Gordon, Tim Drake, Alfred o Jason Todd tienen sus momentos de gloria, se profundiza en la relación paternofilial de Bruce y Damian, y se resalta una de las constantes de etapa de Morrison: la característica de Batman como mito imperecedero, pues no importa el tamaño de la amenaza o lo mucho que sufra, Bruce Wayne seguirá manteniendo la promesa de proteger a los inocentes de Gotham City después de presenciar el terrible asesinato de sus padres. Así, Batman siempre se levantará y volverá para luchar contra la adversidad e inspirarnos, tal y como queda reflejado en el tramo final de Batman, Inc., donde nos despediremos de algunos personajes de forma inesperada mientras hallamos solución a algunas incógnitas que hacía tiempo que nos acompañaban.
El encargado de la apartado gráfico es Chris Burnham, que parece la versión feísta de Frank Quitely por el acabado que da a los rasgos de sus personajes. No obstante, narra con soltura, consigue dar forma a algunas de las composiciones de página más arriesgadas de Morrison, y las escenas de acción son bastante dinámicas.
Con sus más y sus menos, sus aciertos e idas de olla, la etapa de Grant Morrison al frente de Batman concluye de forma consecuente con todo lo que le ha pasado al hombre murciélago hasta la fecha, poniendo a prueba las convicciones de Bruce Wayne, sacudiendo su mundo y resaltando su cualidad de mito contemporáneo, además de su determinación para sobreponerse a cualquier amenaza y salir victorioso del encuentro con sus enemigos. Ahora que está completa, sería recomendable leer la etapa de principio a fin y ver cómo encajan las piezas.