Revista Cultura y Ocio
Tras los sucesos de Un año después y el regreso de Batman y Robin a Gotham, Paul Dini nos presenta la faceta más detectivesca del señor de la noche en Detective Comics, mientras que el testigo de Batman cae en manos de un conocido guionista en el panorama actual: Grant Morrison.
Como ya hiciera durante su etapa en X-Men, el escocés llega para revolucionar la colección, mostrando número a número las piezas de un puzzle que evoca épocas pasadas y tendrá trágicas consecuencias. De esta forma, Morrison introduce pistas en realación al asunto Zurenarrh desde el primer arco argumental, Batman e hijo, en el que nos presenta al personaje de Damian, quien será de vital importancia para el hombre murciélago en el futuro más cercano.
Bruce Wayne no lo tendrá nada fácil, y como ya le ocurriera en situaciones anteriores se verá forzado hasta el límite por nuevos enemigos que despiertan sus miedos más profundos y suponen amenazas de las que nada sospecha, como resultan ser los tres fantasmas que pondrán en peligro su vida (al más puro estilo de los fantasmas de las Navidades pasadas, presentes y futuras) o el misterioso Guante Negro. Con estos elementos y continuas referencias a episodios olvidados del personaje (respetando la continuidad hasta límites insospechados), Morrison desarrolla una sucesión de situaciones extravagantes que lleva al protagonista hacia un lógico e inevitable final, dadas las circunstancias.
En el apartado gráfico, el guionista escocés ha estado más que bien acompañado con la presencia de Andy Kubert en los primeros números de la colección, la breve aparición de J.H. Williams III para una historia que requería sus peculiares composiciones y finalmente con el trabajo de Tony Daniel, quien combina de modo efectivo las versiones de Batman desarrolladas por Jim Lee y el mencionado Kubert, dándole a Gotham el toque oscuro necesario.
Se aproxima la esperada saga Batman R.I.P., pero tras ella el ritmo no decae en absoluto: la siguen un sentido homenaje al personaje por parte de Neil Gaiman, una completa reestructuración del universo del murciélago y la más que recomendable Batman & Robin. Definitivamente, Morrison ha puesto patas arriba el mundo del Batman.