Sin duda estamos ante un trabajo musical ambicioso, de esos que prácticamente solo se le asignan a Hans Zimmer y su grupo de músicos en plantilla. Y en este sentido la banda sonora no defrauda. Hay momentos de auténtico delirio orquestal que resultan arrebatadores, y al mismo tiempo una visión oscura de los personajes que tiene perfecta coherencia con la principal característica de los reboots de ambos personajes. Pero el resultado final resulta algo decepcionante. Porque da la impresión de que se les ha pedido a los dos compositores que ofrezcan "más de lo mismo", sobre la base de otros trabajos anteriores que, esos sí, han marcado cierta tendencia. El sonido gótico que encontramos en Men are still good (Batman Suite) tiene resonancias de algunos de los grandes hallazgos de composiciones anteriores de Hans Zimmer, casi como si Junkie XL caminara, sin desviarse en ningún momento, por caminos ya trazados por su compañero de viaje. Lo cual no quitaría valor al resultado si no fuera porque tiene precedentes mucho más afinados: sin ir más lejos, Man of steel (2013) y, por supuesto, la sublime The Dark Knight (2008).
Hay temas como Is she with you? en los que parece que estamos todavía en las arenosas carreteras de Mad Max, con el diálogo entre las guitarras eléctricas y las percusiones contundentes. Da la impresión de que, si bien Hans Zimmer decidió colaborar con Junkie XL para dar otro paisaje sonoro al personaje de Batman, lo cierto es que el compositor holandés, en sus aportaciones, se ha movido por terrenos cómodos, sin arriesgar excesivamente. Por su parte, la presencia de Hans Zimmer parece menos visible a lo largo de la banda sonora, en una suerte de comparecencia más de oficio que de beneficio. Igual que ocurre en otro de sus trabajos recientes, Kung Fu Panda 3, donde está más presente la firma de John Powell que la del propio Zimmer.
Incluso en los temas principales de la banda sonora, aunque en esencia mantienen la contundencia de toda la banda sonora, el resultado es algo decepcionante. Beautiful lie, con el que se abre la banda sonora, tiene un claro paralelismo melódico con aquel The Jablonsky Variations on a Theme by HZ de la película Lágrimas del sol (2003), y el tema dedicado a Clark Kent, This is my world, tiende más al melancólico uso del piano (una vez más) que al más atractivo desarrollo orquestal y coral, que, cuando llega, ofrece una ambientación realmente apabullante.
Por su parte, algunos de los mejores momentos de esta banda sonora los encontramos en pasajes secundarios, como esa referencia a Wolfgang Amadeus Mozart en The red capes are coming, quizás uno de los más logrados de todo el álbum. En realidad, hay una constante re-lectura de los grandes motivos creados por Mozart en sus composiciones, que encontramos en diferentes retazos a lo largo de la banda sonora, especialmente en la cadencia de las voces corales, oscuras y graves como si estuviéramos escuchando un requiem, que también vemos reflejado en Problems up here.
En su conjunto, el arco melódico de Batman v Superman resulta menos variado que el de los otros trabajos de Hans Zimmer para uno y otro personaje y, por tanto, la comunión entre Batman y Superman se nos antoja más plana y lineal, aunque con subrayados de acción que alcanzan niveles de grandiosidad. Parece que el cupo de inspiración que alcanzaron bandas sonoras como The Dark Knight (2008), The Dark Knight rises (2012) y Superman steel (2013) ha llegado a su techo. Y la incorporación de Junkie XL, que empieza peligrosamente a dar vueltas sobre sí mismo en sus recursos orquestales, no ha terminado de aportar la frescura que esta banda sonora necesitaba.
Batman v Superman: Dawn of justice se publica el 18 de marzo.