Revista Cine
En 1991 se publicó...
Un cómic totalmente olvidable donde EE.UU. pertenece a una Inglaterra en la que persiste la república de Cromwell. Es decir es un estado religioso, lo cual no quiere decir confesional sino que es obligatorio creer en la religión profesada por el Estado y el lugar ocupado en la jerarquía social depende de la piedad personal. Así, algo de estado fascista tiene. En fin, el caso es que allí Wayne es por el día un cura y por la noche Batman, de modo que por el día defiende lo bueno que tiene la religión (para los religiosos) y por la noche ataca a lo que tiene de malo. Esto nos lleva al final:
Aquí el héroe no cabalga hacia al horizonte tras cumplir su misión, sino que acude a su trabajo.
Centrémonos en la 1ª caja de texto, esta es su traducción según Zinco:
Obviamente el bueno e ingenuo de Brennert vivía en un mundo diferente al nuestro. Lo mismo Batman, cuya yihad no es imponer globalmente una religión con su código legal, sino purificar a su Iglesia de su corrupción. Hoy en día si se publicase esto temblaría DC. Bueno, no creo que un editor lo pasase. Pero como nadie lee ni recuerda, los cómics antiguos, como los libros, pueden estar disponibles (ECC ha reeditado Terror sagrado el mes pasado) al escapar a los censores. En fin, este Batman yihadista nos recuerda que hubo una época en que el terrorismo religioso musulmán era marginal y por ello un superhéroe estadounidense cristiano podía practicar la yihad. Así, cuando nos acordemos de Mahoma no olvidemos que predicó muchos siglos antes de que existiese la pólvora y muchos más antes de que existiese el presente, desde luego todo apunta a que no preveyó el petróleo. Por eso, al igual que Jesucristo no tiene la culpa de las cruzadas (incluso así lo consideran los musulmanes ya que le consideran un profeta), el 1º musulmán tampoco tiene la culpa de lo que se hace en su nombre. Por el mismo principio tampoco olvidemos que los árabes son humanos y por ello algunos encuentran motivos por los que matar a sus semejantes. Los terroristas musulmanes son gente extraordinaria en cuanto que asesinan, pero son ordinarios porque no son ni serán las únicas personas que matan a sus semejantes. No distorsionemos las cosas. Ni el Islam es incompatible con la democracia (el califa, lo que sería un rey-papa, es un cargo vitalicio ocupado por el que gana una elección entre todos los musulmanes, esta desapareció en seguida pero porque la expansión del Islam hasta China y el Atlántico volvió imposible tal votación) ni es más asesino que otras religiones, y los árabes no son más violentos que los estadounidenses. Lo único que pasa es lo que pasa en todas las épocas: hay gente que porque no le gusta lo que hay o lo que tiene se pone a matar. No hay más que eso. Lo que hay aquí es una actitud personal, la cultura o la religión sólo dan forma a una opción previamente elegida. Como siempre, todos los problemas sociales vienen de la insatisfacción. Igual que las cruzadas fueron la reacción de unos cristianos pobres e incultos ante la riqueza de los musulmanes y su dominio del mundo conocido, el terrorismo musulmán es la respuesta de algunos musulmanes ante la riqueza de los occidentales (convenientemente reducidos a cristianos por ellos) y su dominio del mundo conocido. No demonicemos una religión y a un pueblo por lo que hacen unos pocos poco representativos (si no fuese así estaríamos en la 3ª Guerra Mundial) de sus miembros. Acordémonos de Abraham antes de proponer soluciones o sacar nuestro odio a pasear.