Revista Libros
Hace ya más de diez años que vi la película basada en este libro, y recuerdo que me gustó mucho. Por eso, tras la entusiasta reseña de Carol, no pude evitar apuntarme este libro y lo cogí con muchas ganas, pero éstas se han ido desinflando según avanzaba en la lectura.
Supongo que muchos conoceréis la novela, bien por la película que llegó bastante antes que ésta, bien por ser la inspiración principal para la archiconocida saga de Los Juegos del Hambre. En Battle Royale son 50 clases las que cada año participan en el Programa, y el libro se centra en una de ellas, compuesta por 42 alumnos, que tienen que matarse unos a otros hasta que sólo uno quede con vida. Cada alumno recibe una mochila con un arma, de forma aleatoria, y hay desde pistolas, cuchillos, arcos... hasta un tenedor.
El Programa tiene muchas normas, que son acatadas debido a unos collares explosivos que los alumnos llevan al cuello, si las infringen, estallarán. No pueden salir de la isla, no pueden quitarse los collares, y cada cierto tiempo, hay más zonas prohibidas en el mapa, lo que les obliga a estar en constante movimiento. Además, si en 24 horas no muere nadie, los collares de todos estallarán. Todo esto, evidentemente, obliga a muchos a matar sólo para sobrevivir, otros intentan esconderse y no participar en el juego y algunos forman alianzas para intentar encontrar una forma de escapar.
Dicho así, tiene una pinta impresionante, ¿verdad? Y es que la idea es estupenda, llevada a cabo de una forma muy extrema y sin cortarse un pelo, pero con muchísimas cosas en contra, al menos para mí. Se me ha atravesado mucho la lectura. Es un libro muy largo, muy repetitivo en ocasiones, porque te cuenta lo mismo varias veces desde distintos puntos de vista. Se recrea mucho en las descripciones, tanto del lugar donde está cada uno (y no olvidemos que son 42 estudiantes), como del pasado de cada alumno, aunque la mayoría tienen un capítulo dedicado a ellos donde te cuentan todo su pasado y mueren al final de dicho capítulo. Aparte de todo esto, me carga mucho el machismo que hay en este libro. Que sí, que los japoneses son una sociedad extremadamente machista y verlo con los ojos occidentales de una algo más avanzada (que tampoco mucho) puede chocar, pero yo hay cosas que no puedo pasar por alto. Dar por hecho que las chicas van a dar grititos histéricos, o que no van a querer participar en el juego sólo por ser chicas, porque como somos tan buenas y dulces... EN FIN.
Aparte de todo esto... me cuesta mucho entender los motivos por los que llevan a cabo el Programa. Que lo explican y tal, y yo al principio ya tenía mi teoría (que ha resultado ser la explicación), pero... 50 clases de unos 40 alumnos cada una entran en el Programa cada año. De ahí, sólo sobreviven 50 alumnos. ¿Tantos adolescentes hay en la República del Oriente Asiático? Que sí, que es un Gobierno totalitario, represor, y que pretende conquistar toda Asia, pero si sigue así, al final se va a quedar sin población.
El final debo decir que me ha gustado bastante más de lo que esperaba, pero aún así, es un libro que me ha resultado muy pesado, muy flojito, y del que esperaba mucho más. Quizá iba con las expectativas muy altas, o quizá, simplemente, es que este libro no es para mí. ¡¡Visita mi blog y déjame un comentario!!