![Baudelaire esencial Baudelaire esencial](http://m1.paperblog.com/i/11/113504/baudelaire-esencial-L-1.jpeg)
Charles Baudelaire.
Las flores del mal.
Edición de Manuel Neila.
Renacimiento. Sevilla, 2010.
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Charles Baudelaire.
El spleen de París.
Edición de Manuel Neila.
Espuela de Plata. Sevilla, 2010.
Vivió entre 1821, el mismo año que murió Napoleón, y 1867, el año en que Marx publicaba El capital. Entre esas dos fechas transcurrió la vida de Charles Baudelaire, uno de los fundadores de la modernidad y el autor que más ha influido en la poesía contemporánea.
Acaban de aparecer simultáneamente enRenacimiento yEspuela de Plata dos nuevas ediciones de sus libros esenciales, Las flores del mal y El spleen de París, con traducciones de Manuel Neila.
Las flores del mal es un libro esencial en el nacimiento de la poesía contemporánea. Con París y Jeanne Duval al fondo, con una sólida base autobiográfica, Las flores del mal convirtió la gran ciudad en ámbito y tema de una poesía claustrofóbica que, desde el sentido del presente y la radicalización de la rebelde subjetividad romántica, busca siempre el aire libre y el vagabundeo urbano por las calles de París.
Las flores del mal supuso el desplazamiento del paisaje de la naturaleza al de la gran ciudad, al nuevo París de las muchedumbres y los bulevares que sustituía a la abigarrada ciudad de los barrios medievales, la ciudad en profunda transformación de mediados del XIX que sirvió de marco para una obra poética que transformó el panorama literario.
Lúcido y moderno, Baudelaire inaugura con Las flores del mal una nueva literatura que alteró la forma de representar la realidad, modificó la voz lírica y el tono del poema y cambió el papel del lector.
Pese a la indiferencia general de la crítica, fue una propuesta explosiva que abrió un abismo con lo anterior, de manera que a partir de este libro ya no se podrá seguir escribiendo poesía como hasta entonces.
El albatros, Don Juan en los infiernos, Invitación al viaje, Letanías de Satán, Las muchedumbres o Las viejecitas forman parte ya del canon del que surge la poesía contemporánea. La traducción que Manuel Neila hace de esos textos y del resto de los que integran el libro propone “una versión rítmica que /.../ intenta preservar la máxima información estética con la mínima transgresión semántica.”
Cuando Baudelaire dio por terminadas esas flores malsanas que acercaban la vida a la literatura y suponían la desacralización del arte y el artista, escribió los poemas en prosa del Spleen de París, el contrapunto de Las flores del mal, su réplica en prosa. La relación entre ambas obras es evidente: Spleen e ideal se titulaba la primera parte de Las flores del mal; Cuadros parisienses la segunda.
Los une la misma incursión en la ciudad como fondo y como tema, el mismo tono, una voz y una mirada parecidas. En las dos obras, el caos movedizo de la gran ciudad se convierte en el paisaje literario y vital que sirve de fondo a la exaltación del presente y a la conciencia de sí mismo del artista, relegado al anonimato de las multitudes y la vida moderna.
Lo resumió en el comienzo de Las muchedumbres, uno de los poemas en prosa que integran El spleen de París:
No a todos les está permitido tomar un baño de multitud; gozar de la muchedumbre es un arte; y sólo puede darse un festín de vitalidad, a expensas del género humano, aquel a quien un hada insufló en su cuna el gusto por el disfraz y la máscara, el odio al domicilio y la pasión por el viaje.
Santos Domínguez